La agencia de calificación financiera Standard & Poors (S&P) declaró a Venezuela en "default parcial" (selective default) sobre su deuda en moneda extranjera, tras la incapacidad del país para pagar us$200 millones de sus bonos globales.

La agencia, la primera en hacer una calificación como esta sobre Venezuela -al borde del default-, explicó que actuó tras los 30 días de gracia otorgados para realizar los pagos de dos bonos.

"Hemos bajado dos calificaciones a 'D' (default), y bajamos la calificación de la deuda soberana en moneda extranjera a largo plazo a 'SD' (default parcial)", indicó S&P.

La calificadora financiera hizo el anuncio pocas horas después de que el gobierno de Nicolás Maduro sostuviera una reunión en Caracas con acreedores internacionales, a los que no ofreció un plan concreto para la renegociación de su deuda externa, de unos US$150.000 millones.

La reunión duró unos 25 minutos, durante los cuales el vicepresidente Tareck El Aissami leyó un texto en que prometió nuevos encuentros para "evaluar propuestas", sin fijar fechas.

"Muy probablemente podríamos considerar cualquier reestructuración venezolana como un intercambio de deuda en apuros y equivalente al default dada la liquidez externa altamente restringida", indicó S&P.

"Adicionalmente, en nuestra opinión, las sanciones de Estados Unidos sobre Venezuela y funcionarios del gobierno probablemente resulten en una larga y difícil negociación con los tenedores de bonos", agregó la agencia.

Además de los dos bonos impagos, Venezuela está atrasada en otros cuatro pagos de deuda, pero aún está en el periodo de gracia de 30 días, acotó la calificadora, precisando que el total de obligaciones impagas es de US$420 millones.