El deterioro de la calificación crediticia de los gobiernos podría terminar en 2018, transcurrida una década de la crisis financiera, afirmó S&P Global en un reporte (ver llamado internet).
Los datos de la agencia mostraron que hubo dos veces más rebajas de calificaciones soberana que mejoras en los últimos diez años y en lo que va del año.
También rebajó en un escalón la calificación soberana promedio en el mundo en los 10 últimos años. En la actualidad está en "BBB-", dentro del denominado "grado de inversión", aunque parece que la dirección está cambiando.
Por primera vez desde marzo de 2008, el balance de "panoramas" de calificación -que dan una indicación de la dirección del rating- es positivo, aunque solo de forma mínima.
"Esto sugiere que el lento, pero inexorable, declive de las calificaciones soberanas durante la década pasada, podría detenerse en 2018", señaló Moritz Kraemer, el principal analista soberano de S&P. "Potencialmente, podríamos ver incluso una tenue recuperación de la calificación promedio. En este sentido, 2018 podría ser un punto de inflexión".
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Recuperación mundial
El cambio llega con el telón de fondo de una recuperación económica global que se ha visto alimentada por niveles sin precedentes de estímulo monetario.
Las tasas de interés de los bancos centrales más grandes están cerca de cero, mientras que el balance del Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal se ha cuadriplicado desde sus niveles anteriores a la crisis para llegar a casi US$16 billones (millones de millones), casi el 20% del PIB mundial.
Pero pese al panorama más auspicioso para las calificaciones a nivel global, S&P advirtió que es probable que la recuperación sea dispareja.
Kreaemer dijo que incluso cambios relativamente menores en valores de economías avanzadas, de parte de inversionistas en relación a su volumen vigente, pueden tener un impacto significativo en algunos mercados emergentes.
"Todo lo demás constante, uno esperaría que los países con más riesgo de una reversión en flujos de capital serían los que tienen mayor dependencia de ahorros en moneda extranjera (y así de influjos de capitales) para financiar sus modelos económicos", aseguró.
Por último, atendiendo a un total de seis variables diferentes, Kraemer indicó que los países con más riesgo de sufrir un ajuste monetario son -en orden descendente- son Venezuela, Bahamas, Mozambique, Montenegro, Turquía, Etiopía, Pakistán, Kenia, Omán y finalmente Sri Lanka.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
Asimismo, entre los mayores mercados emergentes, Turquía parece ser el que está más expuesto a las vulnerabilidades.