S&P Global Ratings rebajó la calificación crediticia de Colombia a un nivel por encima de basura, citando la debilidad económica del país y la insuficiente recaudación de ingresos pese a los aumentos de impuestos de este año.

La agencia recortó la calificación de deuda soberana en moneda extranjera a BBB- desde BBB, y dijo que el candidato que gane las elecciones presidenciales de 2018 tendrá una tarea difícil para cumplir con su "norma fiscal", o ley de presupuesto equilibrado, en los próximos años.

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"La próxima administración probablemente se enfrentará a equilibrios difíciles entre satisfacer la norma fiscal de Colombia, el recorte de gastos y la recaudación de nuevos ingresos", dijo S&P en su informe. "Aunque esperamos que los déficits fiscales de Colombia disminuyan, los resultados de la reforma fiscal de 2016 han sido inferiores a lo esperado y el cumplimiento del objetivo fiscal se ha basado parcialmente en el recurso a ingresos extraordinarios".

La posición fiscal de Colombia se ha deteriorado por la caída de los ingresos del petróleo y el crecimiento se ralentizó a su ritmo más débil después de la crisis financiera mundial. El ministro de Finanzas, Mauricio Cárdenas, citó reiteradamente la posibilidad de una rebaja cuando impulsó un aumento impopular del impuesto a las ventas en el Congreso el año pasado, el cual entró en vigor en enero.

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"Lo merecíamos", dijo Juan David Ballén, jefe de investigación económica de Casa de Bolsa de Bogotá. "Todos los indicadores de Colombia, el apalancamiento, déficit y crecimiento, sugerían que nuestra calificación debería reducirse".

Aunque ya se preveía una rebaja, la decisión de S&P se produjo antes de lo esperado, según Ballén. El Ministerio de Finanzas y el gobernador del banco central, Juan José Echavarría, no respondieron a mensajes en los que se solicitaban comentarios.

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Los inversores extranjeros, en especial Franklin Templeton, han acumulado bonos denominados en pesos del país en los últimos años tras una reforma hace cinco años, la cual redujo los impuestos a las ganancias de bonos extranjeros. Los extranjeros ahora poseen el 26% de los valores, conocidos como TES, frente al 4% en 2012.

Algunos inversores institucionales tienen una política de no invertir en activos calificados como basura, y se verían obligados a vender si Colombia perdiera el grado de inversión. Moody's y Fitch aún califican la nación andina dos niveles por encima de basura, con una perspectiva estable. La economía crecerá un 1,6% este año, su ritmo más lento desde 2009, según el banco central.

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"El impacto en el mercado podría ser muy modesto puesto que el recorte ya estaba descontado", dijo Camilo Pérez, analista de Banco de Bogotá. La medida de S&P es una señal de alarma para el Gobierno entrante, lo que alerta sobre la necesidad de poner orden en el ámbito fiscal, dijo.