El índice S&P 500 llegó a tocar ayer su nivel más alto en más de cuatro años, impulsado por sólidos avances en energía, tecnología y acciones financieras.
El S&P ya ha subido más de 11% desde su mínimo a principios de junio. El efecto riqueza generado por un boyante mercado de valores de EEUU también podría proporcionar un impulso oportuno para la administración Obama en lo que se espera sea una elección reñida en noviembre.
El rally ha reunido fuerza en momentos en que los inversionistas esperan medidas del Banco Central Europeo el próximo mes para contener la crisis de la eurozona. Un mejor tono en los recientes datos económicos de Estados Unidos y mayor alivio por parte de la Reserva Federal también ha impulsado el S&P.
"El fuerte rally de los mercados bursátiles desde los mínimos en junio ha sido impulsado en gran parte por las expectativas de un mayor estímulo del banco central y un cambio de juego por parte de los políticos europeos", dijo John Praveen, estratega jefe de inversiones de Prudential Investments Advisers.
El S&P cedió sus ganancias al final de la jornada y cerró con una caída de 0,4% hasta 1.413,17 puntos, tras tocar un máximo de 1.426 durante el día.
El índice de referencia ha subido 13% desde enero y está apenas 9% por debajo de su nivel más alto de cierre de 1.562,47, registrado en octubre de 2007. Incluyendo la reinversión de dividendos, el mercado ha superado su peak de 2007 en 1%.
Los bajos volúmenes de acciones han caracterizado al rally de agosto, liderado por acciones tecnológicas, con Apple tocando un precio récord de US$674,88 y ahora representando por sí solo cerca de 5% de todo el S&P.
De todas maneras, las ganancias del S&P podrían verse afectadas todavía por un crecimiento económico global más débil y por la amenaza de un inminente incremento en los impuestos y recortes de gastos en Estados Unidos.
COPY RIGHT FINANCIAL TIMES
© The Financial Times Ltd, 2011.