El cierre definitivo de la línea férrea que transporta mineral desde las operaciones de nitrato de Coya Sur al Puerto de Tocopilla fue la drástica decisión que ayer informó la minera no metálica SQM. Con la determinación, la firma deja atrás más de 100 años de historia, viéndose obligada a pensar nuevas formas de transporte y a ajustar el valor de sus activos.

La vía férrea -que une la zona desde donde se produce nitrato hasta su punto de embarque- se dañó en agosto de 2015, como consecuencia de las fuertes lluvias que afectaron la zona norte del país, demandando la detención inmediata del ferrocarril y la utilización de camiones para el despacho de la carga.

Tras esta situación, la compañía entró en un período de análisis para ver la viabilidad de arreglar la línea. Luego de 18 meses de estudios, la decisión fue tajante: cerrar la cortina de este medio de transporte de manera definitiva por sus altos costos de reparación y los plazos que implicaría. Dicha línea fue construida en 1890 y antes de la mencionada detención, los rieles, locomotoras y vagones de carga habían sido reemplazados y restaurados según fuera necesario, indican desde la minera.

“El análisis de los informes internos y externos permite concluir que los costos asociados a reparar los daños ocasionados por los temporales implicarían largos plazos y elevados costos, por lo que no resulta conveniente en el corto y mediano plazo reparar la línea férrea. Esta decisión no afecta el proceso productivo ni implica reducciones adicionales de personal”, informó la minera es sus estados financieros.

Si bien desde SQM están viendo opciones para utilizar el activo, incluso para fines turísticos, la detención definitiva de la vía obligó a la compañía a ajustar el valor de los activos asociados al ferrocarril (equipo fijo, instalaciones y equipo rodante). En concreto, al tercer trimestre se realizó un ajuste contable por US$32 millones, monto que representa aproximadamente 0,7% de los activos totales de SQM.

Y es que el temporal que afectó la zona norte en 2015 produjo que la infraestructura del ferrocarril se dañara gravemente y otras zonas quedaran debilitadas. Esto produjo que la administración de la minera ligada a Julio Ponce Lerou sincerara el estado del ferrocarril en agosto de 2015 y posteriormente en diciembre pasado.

“Dado que la información de los estudios de ingeniería que se están desarrollando indica que las reparaciones en la vía férrea podrán tardar más de 18 meses, hemos efectuado las reestructuraciones operacionales correspondientes. Esperaremos el resultado final de las distintas opciones que se están evaluando antes de resolver acerca de la reparación del trazado ferroviario”, dijo la minera en su memoria publicada en marzo pasado.