A toda marcha trabaja el subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, en las modificaciones a la Ley de Pesca, en el marco del compromiso asumido por el nuevo gobierno de Sebastián Piñera. Para eso, en su primera entrevista en el cargo, cuenta que los cambios a la normativa se desarrolarán en dos fases: primero, con el envío de una ley corta, que será ingresada dentro de los próximos 45 días y para la cual espera que haya cierto grado de urgencia; y una Ley Larga, cuyo anteproyecto estará finalizado antes de fin de año, y que se hará cargo de abordar recomendaciones que la FAO planteó en su informe sobre la legislación.
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¿Cuáles son los objetivos de los cambios?
-El desafío es asumir prontamente el cumplimiento de las promesas presidenciales en esta materia, pero que esto no sea un obstáculo para poder tener una mirada de largo plazo sobre los desafíos de la pesca del futuro. Para eso, tendremos que avanzar en dos velocidades: con una ley corta de Pesca, que ingresará prontamente al Congreso y conjuntamente con la preparación de un proyecto largo de pesca, que será presentado antes de fin de año y que abordará las sugerencias del informe de la FAO, algunos compromisos del programa de gobierno y otras materias que han sido objeto de las múltiples reuniones que hemos tenido.
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¿En qué plazo ingresarán La ley corta?
-Estamos trabajando con fuerza para poder ingresar la ley corta de Pesca dentro de los próximos 45 días. Tenemos la expectativa de que tenga una tramitación menor y la ley larga, una mayor, producto de que aborda distintas temáticas y puede ser objeto de mayor análisis parlamentario. El desafío es que ambas leyes estén aprobadas dentro de este mandato presidencial.
¿Qué aspectos incluirá la ley corta?
-Estamos en plena elaboración de ese anteproyecto. No puedo adelantar su contenido, pero sí decir que va a estar orientado a abordar de manera rápida las promesas que el Presidente formuló.
Pero, ¿el primer foco estará puesto en la industria ?
-No puedo comentar el contenido.
¿Cómo ve la tramitación de la normativa?
-Resulta difícil determinar un tiempo, porque la dinámica del Congreso tiene su propia naturaleza, pero lo que sí puedo asegurar es que será una ley prioritaria. Tenemos la expectativa de que ingrese con un grado de urgencia a tramitación.
¿Cómo toma la incertidumbre que se ha generado en la industria?
-La pesca es la tercera actividad económica más importante del país. Chile tiene naturaleza pesquera, y por tanto, el llamado a la calma es total. Nuestro gobierno es proinversión, proestabilidad económica. Comprendemos que la estabilidad es un factor importante para la concreción del desarrollo del país, pero a la vez también es necesario perfeccionar esta ley para cumplir las expectativas de la ciudadanía.
¿Encargarán un informe adicional al de la FAO como anunció el ministro Valente?
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-Es una muy buena idea que estamos implementando. No está claro si será un informe internacional o un seminario internacional. Es importante comparar experiencias y es en torno a la mirada de largo plazo a lo que el ministro Valente ha hecho referencia, por lo que estamos buscando asesoría y organismos internacionales. De ningún modo vamos a caer en el pecado del gobierno anterior que comprometió modificar la Ley de Pesca, encargó un informe a la FAO que demoró dos años y después terminó un proyecto de ley que nunca presentó al Congreso.
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En su informe la FAO catalogó a la ley como una buena normativa, ¿lo comparte?
-Absolutamente. Creemos que es una buena ley, que es pionera en el mundo y fundamentalmente por un aspecto. Hasta antes de la Ley de Pesca, las cuotas se determinaban por organismos de naturaleza política y eso era un incentivo para que se llevaran más cuotas de pesca los que tenían más cercanías políticas o los que eran más violentos. Esta Ley de Pesca pone el énfasis en la sustentabilidad, en la protección de los recursos y, por tanto, la entrega de las cuotas de pesca está determinada por los comités científicos, pero como toda normativa, es susceptible a perfeccionarse.
¿En qué aspectos?
-La FAO acierta en el punto de que está pendiente definir qué es la pesca artesanal, porque pareciera que entre el mundo artesanal y el industrial hay un espacio intermedio que es el semi industrial. Esa es una de las cosas que tenemos en vista de cara a la Ley de Pesca.
Más allá de eso, ha habido un debate sobre la legitimidad de la Ley, producto de lo que sucedió durante su tramitación...
-No es novedad que esta es una ley que ha tenido cuestionamientos. La promesa presidencial tiene que ver con revisar aspectos que están en cuestión por parte de la opinión pública. El Presidente señaló que esta ley sufrió un fuerte lobby y en ese caso, cumpliremos las expectativas que la ciudadanía tiene.
Las modificaciones, ¿tienen una motivación política?
-Todas las leyes tienen un componente técnico y uno político. El componente político se vincula en este caso con promesas adquiridas en la campaña presidencial, pero eso no implica que tenga una legitimidad menor. La democracia se legitima cuando las autoridades que son elegidas formulando un programa de gobierno y formulando promesas, cumplen. Pero también existen antecedentes técnicos vinculados al informe de la FAO y a otros reportes de naturaleza técnica.P