Suiza, uno de los mayores centros financieros offshore del mundo, se comprometió ayer a intercambiar información tributaria automáticamente con otros países, en un hito significativo en la lucha internacional contra la evasión fiscal.

En una reunión ministerial en París ayer, Suiza accedió a firmar un nuevo estándar global sobre el intercambio automático de información en un decisivo quiebre de su compromiso a proteger la privacidad de los clientes bancarios.

La medida es un gran paso hacia delante para los gobiernos que han montado un ataque concertado sobre la evasión tras la crisis financiera global y la serie de escándalos tributarios.

La cooperación suiza es esencial para la lucha por abrir las cuentas ocultas de los contribuyentes debido a su larga tradición de secreto bancario y a su dominante sector de gestión de riqueza, que tiene US$2,2 billones (millones de millones) de activos offshore.

La declaración, firmada en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París, exige que los países recolecten e intercambien información sobre las cuentas bancarias y otras estructuras legales como los fideicomisos. El gobierno suizo dijo que el acuerdo subraya su compromiso por enfrentar el fraude tributario y la evasión.

La Asociación de Banqueros Suizos dijo que la medida había sido planeada durante un año y que no significaría una sorpresa para los bancos suizos. “Los bancos en Suiza están dispuestos a adoptar el intercambio automático de información junto con otros centros financieros, siempre que la información intercambiada sólo se aplique con propósitos tributarios”.

De esta manera, Suiza se suma por lo menos a 44 países en firmar el acuerdo, que incluye a otros miembros de la OCDE, el G20 y centros offshore como las Islas Caimán y Jersey. El estándar global ha sido desarrollado por la OCDE y apoyado por el G20.

Se espera que los centros offshore restantes queden bajo presión por sumarse a este acuerdo, a medida que los países del G20 han expresado su disposición a imponer sanciones a las jurisdicciones que se rehúsen a compartir información. Probablemente la OCDE dé a conocer una lista negra de países que no cooperen y que no hayan firmado las medidas de transparencia más adelante este año.

Algunos dueños de cuentas en territorios transfronterizos habrían movido su dinero a un puñado de centros, como Panamá y Dubai, que se han mantenido al margen de este impulso hacia la transparencia. Los centros asiáticos como Hong Kong y Singapur, que principalmente atraen clientes de Asia Pacífico y Medio Oriente, hasta el momento se han visto menos afectados por llamados a una mayor transparencia pero Singapur ya ha señalado su disposición a ayudar a otros gobiernos a combatir la evasión fiscal.

La última declaración no estipula una fecha límite para el intercambio de información. Sin embargo, en marzo casi todos los países que se comprometieron a ser los primeros en adoptar este intercambio de información accedieron a un deadline de septiembre de 2017 para reportar los detalles tributarios a sus gobiernos.

La semana pasada, en una reunión de ministros de Finanzas en París, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España anunciaron que firmarían el nuevo estándar global de intercambio de información en octubre en una reunión en Berlín, junto con otras jurisdicciones comprometidas a su adopción anticipada.

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