Visitamos Moonthai Sushi, restaurantede sushi-fusión ubicado en Santa María de Manquehue, cerca de Luis Pasteur, en la comuna de Vitacura. El sushi es uno de los platos más reconocidos de la gastronomía japonesa, basado en arroz y que se acompaña de variados ingredientes.
A diferencia de lo que se pudiese pensar, este recomendado restaurante está ubicado en un pequeño local del primer piso de un centro comercial abierto. Cuenta con una ambientación mínima, muy simple y de notas orientales, donde cabe un reducido número de mesas.
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Cuenta con una carta poco amigable, con numerosas alternativas, y borrosas fotografías de trasfondo que dificultan la lectura, e incluye entradas, sopas, todo tipo de rolls, hosomaki (piezas de sushi envueltas en alga nori), temaki (cono de alga nori con distintos rellenos), sashimi (cortes de pescado crudo), niguiri (pieza de arroz alargada cubiertas con un trozo de pescado) y shirashi (plato clásico japonés formado por piezas de sashimi sobre arroz cocido y otros ingredientes) y sushi boats (conjunto de distintas piezas). Encontramos también platos calientes, ensaladas y postres. Los platos en general se nombran en japonés y español.
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Seleccionamos el Sushi Boat Violin ($31.000) compuesto por 2 rolls a elección, 6 niguiri, 18 cortes de sashimi, 9 gyosas y 1 hosomaki. La garzona que manejaba bien la carta, nos apoyó y de las distintas alternativas, elegimos "Rainbow roll": muy picantes y grandes piezas en base a kanikama (o palitos de cangrejo, elaborados en base a carne de pescado blanco), masago (caviar) y palta envueltos en salmón, pescado blanco y palta. Lo acompañamos del "Josefina roll": diez piezas de igual gran tamaño, en base a camarón ecuatoriano y palta; envueltos en atún, salmón y palta.
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De los 18 cortes de sashimi; pudimos degustar cortes frescos y de lindos colores pero un tanto tibios de salmón, atún y camarones de textura más bien blanda. Los seis niguiris venían cubiertos de los mismos trozos de salmón, camarón, atún y un muy chicloso pulpo donde prevalecía el color blanco. El hosomaki "Ebi maki especial" se conformaba por pequeñas piezas de camarón tempura y queso crema.
En cuanto a las gyosas, las nueve masas de idéntica forma impedían determinar a priori su sabor, de cerdo, pollo o camarón; se acompañaban de unas pocas verduras y salsa gyosa. Sin embargo, una vez degustadas, la gruesa masa y el similar sabor no permitió diferenciar entre la de pollo y cerdo. Todas las piezas se podían acompañar con una -más bien salada- salsa de soja, un picante condimento wasabi y/o gari, además de jengibre encurtido.
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Complementamos el sushi boat con dos especialidades de platos calientes: "Kurimiague" ($7.900) y "Pollo Teriyaki" ($7.900). El Kurimiague, se componía de 10 rollitos de apelmazado y muy compacto pollo apanado, relleno con verduras salteadas (que se incorporaron como remplazo de las nueces que se indicaban en la carta, dado que no se disponía de estas). Se acompañaba de salsa Kampay, de una poca atractiva presentación y de textura bien pastosa, elaborada en base a queso crema, merkén y dashi (sazonador asiático).
En cuanto al "Pollo Teriyaki" ($7.900), 3 brochetas con trozos de filete de jugoso y blando, pimiento y cebolla; se bañaban de salsa teriyaki agridulce de muy liquida consistencia y baja intensidad aromática. Si bien la carta indicaba que se acompañaban de verduras salteadas o arroz gohan; este no se presentó. Cabe destacar que tuvimos que esperar por estas brochetas, pues aunque las solicitamos al inicio de nuestro almuerzo, no las habían incorporado.
En general este restaurante cuenta con piezas de materias primas frescas y de gran tamaño para lo que tradicionalmente de ve en el sushi, que hacen dificultosa su ingesta. Presentación tradicional, sin grandes innovaciones ni sorpresas en los aromas; el sabor y retrogusto, que en general se presentan de muy baja intensidad. Nos sentimos cómodos con el servicio y la atención con poco tiempo de espera. Mediana infraestructura, las servilletas son de delgado papel y no usan mantel. Cuenta con estacionamiento.