¿Cúal es el balance que hace para el país este año?
Si uno lo mira en el contexto global, sin duda 2015 es un muy mal año para el país porque es un año en que la situación externa de la economía mundial se vio agudizada por autogoles internos súper claros. Modificación a las reglas del juego, reformas que no han sido lo suficientemente acuciosas o efectivas, al contrario, todas han sido con un alto grado de improvisación e ideologización, y por lo tanto ponen mayores trabas a la reactivación económica del país fruto de la incertidumbre. Entonces, mirado desde ese punto de vista yo creo que ha sido una súper mala noticia para Chile la Reforma Tributaria en la forma en que se ha hecho. Ha sido sumamente confusa, difícil y perseguidora, por lo tanto pone una cuota de incertidumbre enorme arriba de la mesa.
¿Y el resto de las Reformas?
A eso le agregas la Reforma Educacional, que cada punto de la ley ha tenido 5,6, 7 hasta 8 modificaciones y eso va demostrando un grado de imperfección, entonces yo digo ¿eso es malo para el país? Es malo para el país. Después tienes la Reforma Laboral, que para nosotros más bien es una reforma sindical ¿y dónde está lo grave de eso? En que todos los países que han encontrado un cierto nivel de desarrollo, vienen de vuelta respecto de una reforma sindical como la que está armando Chile. Entonces, cómo puede ser posible que ideológicamente Chile quiera ir ahí y generar un panorama de conflictividad laboral que muchas veces no se condice con el panorama laboral del país. A eso le sumas que vamos a tener una Reforma Constitucional, cuando lo lógico es decir que hay ciertas cosas de la Constitución que requieren ciertos cambios. Si el actual Gobierno realmente quiere cambiar el eje y transformar el año 2016 como lo dijo la Presidenta, en el año de la productividad, ordenemos la casa, hagamos las reformas de la forma más ordenada y seria posible y corrijamos los errores que se han cometido especialmente en la Reforma Tributaria.
¿Cómo ve los polémicos casos en los que se ha visto envuelto el sector empresarial y político?
Todo ese proceso ha sido malo desde el punto de vista de lo que ha ocurrido y quizás bueno del punto de vista del año 2016 en adelante donde se supone que la reacción normal sería decir cómo lo hago yo para que la institucionalidad del país siga funcionando y cómo lo hago para que la relación a futuro de todos los elementos sea más transparente.
¿Esa transparencia tienen que asumir también los empresarios?
Yo creo que el empresariado de por sí es transparente. Si tú sacas la cuenta en Chile hay varios cientos de miles de empresas, entonces uno no se puede quedar con el eslogan de que los empresarios son malos porque está lleno de empresarios que son gente honesta. Y resulta que también los códigos éticos han ido cambiando y lo que en algún minuto quizás para algunos no era parte del código ético ponerse de acuerdo en los precios y en cómo manejar un mercado, hoy día el código ético claramente deja todo eso fuera. Así como es incorrecto que el señor Orpis haya sido asesor o parte de la Ley de Pesca, el caso del señor Insulza, también es incorrecto que los ejecutivos de algunas compañías hayan tomado atribuciones que no le correspondían. Porque le creo a Eliodoro Matte cuando dice que lo defraudaron. Entonces yo digo, todas esas cosas están haciendo cambiar a la sociedad y por lo tanto los empresarios grandes están tomando muchas más medidas que permitan controlar a sus ejecutivos, que permitan controlar sus donaciones y en qué se gasta o no las platas en la política en lobby o lo que sea. Hoy día no es tan fácil hacer las cosas que en un momento dado tu creías que se podían hacer, por lo tanto lo bueno es que este país está cambiando, la sociedad está cambiando y no está permitiendo ningún desequilibrio y está exigiendo transparencia así como también la sociedad le está diciendo al Gobierno usted perdió mi confianza.