La calificadora Standard and Poor's (S&P) acercó la deuda soberana de Brasil al terreno especulativo al volver a rebajar su calificación a BB-.
S&P dijo que a pesar de "varios avances políticos" del gobierno del presidente Michel Temer, "Brasil hizo menos progresos de lo esperado para aplicar una legislación significativa" dirigida a corregir su déficit fiscal estructural.
La calificación BB- es el escalón precedente a la categoría considerada como "muy especulativa".
Brasil tenía hasta 2015 el llamado "grado de inversión", calificación que daba máximas garantías a los mercados y permitía al país obtener préstamos a tasas más bajas.
Ese grado de inversión otorgado por las calificadoras S&P, Moody's y Fitch lo fue perdiendo en medio de una recesión sin precedentes y el descubrimiento de una gigantesca maquinaria de corrupción en el Estado.
En su nota S&P advirtió que a los problemas económicos estructurales del país, se suma ahora la incertidumbre que genera la elección presidencial de octubre.
La agencia mantuvo la deuda brasileña de corto plazo en la categoría B e indicó que la posibilidad de que la calificación de Brasil mejore o empeore el año próximo es de "menos de una en tres".