Imposible no conmoverse con el atentado en Berlín que dejó a 12 personas muertas, suceso ocurrido horas más tarde de que se informara el asesinato del embajador ruso en Turquía. Por ahora, Alemania ha estrechado la búsqueda del autor material de los hechos, que de acuerdo con las sospechas de la policía sería un tunecino de 24 años con vínculos con la escena islamista.

Desde que los hechos terroristas se trasladaron al corazón de Europa, este flagelo ha sido una permanente preocupación de los ciudadanos y de las autoridades. Sin embargo, estas últimas muchas veces parecieran no tener las suficientes herramientas ante la forma que el terrorismo ha tomado en los últimos años, dado que en la mayoría de los casos se trata de células que operan aisladas de un comando central.

Lamentablemente, los sucesos terroristas en Europa central han potenciado el sentimiento anti inmigración, especialmente hacia aquellas personas de origen musulmán, lo que ha quedado en evidencia en los últimos procesos electorales que se han registrado en el Viejo Continente.

Pero más allá de eso y con el año 2017 encima, el fenómeno del terrorismo será una preocupación con la que lamentablemente deberán lidiar de manera especial los países desarrollados del mundo.