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Tipo de cambio va a fluctuar lateralmente

Por Juan Muzard. Se estima que la tasa del bono del tesoro a 10 años podría profundizar su actual alza hacia 2,6% para fin de año.

El dólar como las tasas en EE.UU, que iniciaron una sostenida recuperación a partir del 11 de septiembre tras conocerse los menores daños del huracán Irma y un menor riesgo frente a Corea del Norte, profundizaron sus ganancias desde el día 20 a medida que Janet Yellen confirmaba un alza de tasa para el presente año, tres más para el 2018, y daba inicio a la reducción del balance a partir de octubre. Asimismo, la menor aversión al riesgo impulsó una nueva oleada alcista en los mercados de renta variable, permitiendo a los índices de Norteamérica y Chile a encontrar nuevos máximos históricos.

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A partir de octubre, no solo se inicia la venta de bonos por parte de la FED, sino que además se hace efectiva la renuncia de su Vicepresidente Stanley Fischer, y se espera la salida de Janet Yellen. A pesar que el mercado estima que la sustituirá el ex miembro Kevin Warsh, quien posee una visión más contractiva que Yellen, el actual gobierno se inclina por mantener tasas bajas por un periodo largo para no agravar el presupuesto si se logra reducir los impuestos, contexto que obliga estar atentos al sucesor de la FED, a pesar de la poca capacidad de ejecución que ha demostrado el gobierno de Trump.

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Los anuncios de Yellen posibilitaron la incorporación de un alza de tasa en los precios de los activos, pero su posible salida en octubre, mantuvieron las expectativas para el 2018 en interrogación. No obstante, el llamado quantitative tightening, que es vender lo que la FED compró para superar la crisis financiera, provoca repercusiones alcistas en las tasas largas. Pero debido a que su velocidad de ejecución será pausada, se espera que limite efectos significativos de mediano plazo. A pesar de aquello, se estima que la tasa del bono del tesoro a 10 años podría profundizar su actual alza hacia 2,6% para fin de año.

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La presión alcista que están generando los fundamentos de EE.UU para nuestra paridad, se están compensando con un cambio de sesgo en las tasas locales, donde en adelante es poco probable un recorte de TPM, sino más bien una mantención y alza hacia mediados del 2018. Asimismo, existe una visión alcista del cobre, por tener calzada su oferta y demanda, y que en un contexto de mayor crecimiento global e industrialización en China, arriesga un exceso de demanda no posible de compensar con la actual y futura producción.

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*El autor es gerente general de Betastock.

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