Todo este esfuerzo requiere una ENAP más robusta. El Gobierno respondió a ese desafío con el proyecto de ley de Gobierno Corporativo. ¿Cómo debería ser ENAP para enfrentar todo esto?
Cuando nos tocó asumir la administración de la empresa diseñamos un plan estratégico que tiene que ver justamente con eso, asegurar que ENAP sea una empresa relevante en el desarrollo energético en el país y que pueda jugar un rol histórico que ha jugado en términos de contribuir con el desarrollo energético junto con parte de la política energética del país. Eso yo creo que lo hemos venido materializando, en primer lugar se requería un fortalecimiento financiero, terminar con lo que era la montaña rusa que ENAP tenía un año bueno después uno malo, etc. Vamos a anunciar dentro de poco los resultados del año 2015 y puedo anticipar que se va a cumplir un tercer año con un Ebitda sobre US$600 millones. Se requiere obviamente invertir para asumir ese rol. En 2014 invertimos US$400 millones, en 2015 US$600 millones y este año, cerca de US$800 millones. Esto es fundamental para algo que no se estaba cumpliendo: contrarrestar la depreciación natural de nuestros equipos, reemplazar con nuevas reservas la producción y eso lo estamos logrando con estos niveles de inversión.
También decidieron ingresar a generación eléctrica.
Nosotros cumplimos con la materialización de un pedido por parte del Gobierno de traer más competencia y ahí nuestro objetivo es claro, generar más competencia, y lo hicimos trayendo a Mitsui, poniendo a disposición estos proyectos para que puedan participar en la licitación. El solo hecho de que puedan participar y que pueda materializar proyectos ya es una señal para el resto de la industria. El objetivo de desarrollar estas centrales de ciclo combinado es ése, más competencia. Los oferentes que pensaban que podían seguir tirando precios altos y adjudicarse las licitaciones igual, ahora deberían sentir que hay un nuevo actor y sentir que tienen que ofrecer precios más bajos. Y así incluso ya habríamos logrado nuestro objetivo. Además podemos ganar la licitación. En ese caso, podríamos viabilizar uno o incluso los dos proyectos. Pero estamos logrando el objetivo de introducir más competencia. El éxito es introducir más competencia y que sea a precios más competitivos.
¿Cómo ven las perspectivas para el terminal de Quintero, considerando el acuerdo con Argentina y el interés de otros países como Uruguay o Paraguay?
GNL Quintero es parte fundamental de nuestro plan estratégico. El terminal ha sido muy valioso y muestra la forma en que nosotros queremos trabajar, dando un impulso desde la política pública, pero buscando las mejores alianzas posibles.
¿Qué rol cumple ENAP en la exportación de gas a Argentina?
Algo que es evidente, que es el desarrollo de mercados energéticos más integrados, en eso el gas ha jugado y va ajugar un rol y en ese sentido nos parece muy positivo que hayamos logrado materializar esta iniciativa de exportar gas a Argentina. Nosotros como ENAP veníamos conversando ese tema hace mucho tiempo, dentro de todos los temas que tenemos con YPF y Argentina y nos parece muy bien que se haya logrado materializar. Acá hay coyunturas que potencian la idea: tenemos la infraestructura con los gasoductos, mejoró la hidrología y nos genera menos demanda del parque de generación y, además, en Argentina la demanda se dispara en invierno. Ellos importan directamente con sus dos terminales, desde Bolivia y además usan combustibles más caros. Ahí se produce esta ventana. ENAP de alguna forma está actuando no sólo vendiendo su propio gas sino que como articulador del negocio.