En el ranking Interbrand 2013 que identifica las marcas más verdes del planeta tanto por percepción como por sus acciones de mitigación, las automotrices están en lo alto de la tabla. Toyota lleva tres años en el tope de la lista y parece razonable tratar de entender por qué, si el transporte es uno de los grandes responsables de las emisiones de CO2.

El principal responsable de esta buena imagen es Prius, el auto híbrido que lanzó la compañía en 1997 y que a la fecha lleva 5 millones de unidades vendidas en el mundo. En Chile este vehículo, que es el híbrido más vendido en el mundo, no es muy popular. El más barato cuesta $13 millones. No es poco, considerando que es un hatchback, pero su precio parece justificarse con sus atributos. Según datos del ministerio de transportes en una medición de eficiencia energética, su rendimiento en ciudad es de 24,4 kilómetros por litro de bencina y en carretera 18. Eso porque en ciudad, en los tacos por ejemplo, el vehículo usa el motor eléctrico.

Fuera del Prius, también hay modelos de Camry y Lexus que son híbidos y la meta de Toyota es que para 2020 cada uno de sus modelos tenga una versión híbrida.

Hilando un poco más fino y en conversación con el presidente de Toyota Chile, Makoto Nakamura, él cree que la percepción de Toyota como una marca verde es por el desarrollo de la tecnología híbrida, pero también porque la compañía tiene un compromiso ambiental al reducir sus impactos desde la producción, diseño y ventas.

Por otro lado está la planta Tsutsumi, donde se fabrica el Prius en Japón. Es reconocida como una fábrica ecológica que se ha planificado para mitigar los impactos de la tecnología híbrida, esencialmente, sus baterías. La planta funcion fundamentalmente con energía solar, tiene un tratamiento de sus residuos, reutiliza el agua que ocupa y además, en su entorno, hay plantaciones de especies que hace una alta captura de gases de efecto invernadero (GEI). La pintura de la fábrica también fue especialmente diseñada para capturar emisiones de GEI y se supone que hace el trabajo que harían 2 mil árboles.

Según cálculos de la compañía, al menos 34 millones de toneladas menos de CO2 están en el aire gracias a la tecnología híbrida.

"Toyota se ha preocupado durante todos estos años de desarrollar tecnologías que sean más amables con el medio ambiente. Una de esas es la de los vehículos híbridos. Pero también hay desarollo de vehículos eléctricos. Pero donde está la apuesta más fuerte de Toyota en este momento es a los vehículos con celdas de combustible de hidrógeno. Son cero emisión y esperamos dentro de los próximos años, no más allá del término de esta década, tener un modelo en venta", agrega Makoto Nakamura.

Para avanzar en estos desarrollos, según explica el presidente en Chile, Toyota hace investigación propia, pero tiene una serie de alianzas con otras compañías que avanzan en nuevas tecnologías. Por ejemplo con Tesla, que es una compañía norteamericana de vehículos eléctricos. El RAV 24 es un desarollo de esta alianza. También desarrolló junto con Google un vehículo que puede ser usado por ciegos. En Palo Alto están ocupando varias de estas unidades que se manejan solas.

Las políticas del fabricante en torno al medio ambiente, se delinearon en la Carta a la Tierra, un documento del año 2000 donde Toyoya hace públicos sus compromisos en esta materia. Como consecuencia de esos lineamientos, en cada país también hay estrategias locales para mitigar impactos. En Chile, cada concesionaria debe tener un manejo ambiental. Por ejemplo, manejo de aguas contaminadas, residuos peligrosos. "Todas esas normativas que tenemos que aplicar por mandato de la compañía, son más exigentes que las locales, dice Nakamura.

Una de las acciones que se desarrolla en Chile es el reciclaje de baterías, entre otras.