Si queremos llevar a Chile por el camino del desarrollo y que sea sustentable en el tiempo, la Transformación Digital es un proceso esencial. Y para ello debemos enfrentar este desafío desde al menos cuatro frentes estratégicos, como lo planteó la propuesta hecha por el Círculo de amigos TIC.

Según esa visión y con un horizonte que va más allá de un periodo presidencial (hablamos de 15 o 20 años por lo menos), hay que trabajar en los siguientes ejes:

- Capital humano: Chile tiene un importante déficit de capital humano especializado. Para el 2019, existirá un déficit del 31% de profesionales TI, en áreas como ciberseguridad, cloud, IoT, big data y tecnologías de video, según el último estudio Cisco IDC Skills Gap 2016. Pero a la vez se trata de una gran oportunidad -por ejemplo- para todos los que tengan un trabajo mal remunerado, o que estudiaron profesiones que están estancadas, puedan incorporarse y comenzar una nueva etapa en su vida profesional en el mundo tecnológico. Hoy existen las posibilidades gracias a programas implementados con la ayuda de Sofofa, Corfo, los ministerios de Hacienda, Economía, Educación y la misma ACTI, para que en Chile se capaciten miles de programadores.

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- Estado digital: la digitalización es la que nos lleva a simplificar procesos que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, y que van desde la reducción de procesos burocráticos y de costos, hasta tener la posibilidad de contar con documentos e información en línea, de manera inmediata y en todo momento y lugar. La modernización del estado es una tarea que debe tener continuidad en la sucesión de los gobiernos, que necesita una visión de largo plazo.

- Institucionalidad: Políticas de largo plazo y no dependientes del Gobierno de turno, las que puedan llevar a Chile por el camino del desarrollo. Para que ello sea posible, es indispensable el Ministerio de Ciencia Tecnología e innovación, para que ordene ese ecosistema. Porque el foco debe estar en la inversión en las áreas de ciencia como en las tecnológicas, incorporando al mundo empresarial, universidades, empresas, trabajadores y las redes internacionales en torno a programas nuevos, reforzando la investigación, desarrollo y emprendimiento.

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- Inversión en I+D+I, pues Chile es el país con más baja inversión en este ítem de la OCDE. En los últimos años, Chile ha invertido en I+D alrededor de un 0,36% del PIB muy lejana al 2,4% promedio que destinan el resto de los países de la OCDE.

- Conectividad e infraestructura: generar una red nacional de comunicación, de fibra y de banda ancha que permita que la penetración de comunicación para la población de un 95% tanto en el acceso como en la cobertura. Los expertos estiman que en los próximos cinco años el volumen de datos en la red se multiplicará en más de 6 veces. Por lo tanto, si ya sabemos que habrá una altísima demanda de los servicios de datos, hay que tomar las decisiones para enfrentar y desarrollar el área de las telecomunicaciones desde un trabajo más global.

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Con todo lo anterior, podremos generar una institucionalidad que permita construir una estrategia nacional de desarrollo, para planificar los pasos que llevarán a chile al desarrollo en los próximos 10 o 20 años.P

*El autor es presidente de ACTI