En los próximos años, la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) podría diferir de forma importante de lo que hoy conocemos. Entre 30 y 45 días más el comité integrado por su presidente, Juan Andrés Camus, y los directores Juan Eduardo Correa y Nicholas Davis entregarán al directorio la propuesta para desmutualizar la entidad, proceso que no sólo implicará un canje de acciones y la eliminación del requisito de ser accionista para ser corredor, sino que a muchos les hace preguntarse si podría implicar además un cambio en su control.
Ya se ha planteado la división de cada uno de los 48 papeles de la plaza en 1 millón de acciones, tras lo cual realizarían una colocación secundaria de entre un 30% y 35% de la propiedad. Este escenario podría implicar una caída en el valor del papel al considerar su división, por lo que se debe agregar “sustancia” al negocio, asegura una fuente, para que los actuales accionistas tengan incentivos para, además, bajar sus posiciones relativas de cara a una IPO.
Entre las ideas que hasta ahora han surgido para ello, está elaborar un “agresivo plan de negocios”; entrar a nuevos negocios que sean complementarios a la plaza santiaguina relacionados con sistemas de información, cámaras de compensación para otros mercados, sistemas de mid-office o back-office para otros institucionales del mercado; eliminar el límite que prohíbe a los accionistas tener más del 10% de la entidad hasta algo más (30% o 40%); y permitir que algún socio estratégico o bolsa compre una porción relevante.
Hoy en día, tras la adquisición de cuatro papeles desembolsado $8.600 millones, el Bovespa es el mayor accionista de la plaza bursátil.
La entidad brasileña ya suma 8,32% de la propiedad de la BCS y en el mercado varios aseguran que está dispuesta a seguir tomando posiciones, pero para ello se deben eliminar las trabas respecto de los porcentajes máximos que un accionista pueden obtener.
Con todo, aún el comité especial debe entregar sus propuestas formales, tras lo cual se iniciarán las gestiones definitivas que definirán el futuro de la BCS.
