A fines del año pasado, Contraloría declinó tomar razón de las propuestas de adjudicación de cuatro proyectos de hospitales, Barros Luco en Santiago, Las Higueras de Talcahuano, Claudio Vicuña de San Antonio y el hospital de Linares. Un año después, en noviembre pasado, el órgano contralor resolvió dar el visto bueno a estos recintos. Se trata de hospitales comprometidos por el Gobierno y que comenzarían sus obras a marzo de 2018.

En el caso del cuestionado hospital de San Antonio, el proyecto estará a cargo de la constructora Moller y Pérez-Cotapos, que presentó una oferta por $82.716 millones, $5 mil millones más alta que la propuesta más barata. Eso sí, el monto se encuentra dentro del presupuesto establecido por el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA) que fue estimado en $97.217 millones. En la fallida licitación, las obras se habían entregado a la firma española OH, que por no acreditar la experiencia necesaria de dos profesionales de la empresa no logró quedarse con el proyecto en esa ocasión.

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La historia se repite en la licitación del hospital Las Higueras de Talcahuano. Salud también adjudicó el recinto a Moller y Pérez-Cotapos, empresa que presentó una oferta por $111.934 millones, $24 mil millones más alta que la propuesta más barata, que correspondía a la empresa Inso, que presentó una propuesta por $87.227 millones. De todas formas, se encuentra dentro del presupuesto establecido, que fue estimado en $114 mil millones.

El caso es el mismo en la licitación del hospital de Linares. Las obras del recinto se adjudicaron a Astaldi, empresa que presentó una oferta por $$122.538 millones, $10 mil millones más alta que la propuesta más barata. Además de Astaldi, participan en la licitación Acciona, que ofertó $146.829 millones; SJC, por $147.673 millones; Sacyr, por $150.350 millones; FCC, por $141.879 millones; Inso, por $111.886 millones; y Moller y Pérez-Cotapos. por $166.257 millones.

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El más grande de los proyectos, el del Hospital Barros Luco, fue el único recinto que fue adjudicado a la firma que presentó la oferta económica más barata, de un total de seis. Las obras quedaron a cargo de la empresa italina Astaldi, que ofertó $237.799 millones. El monto ofrecido se encuentra dentro del presupuesto establecido por el Servicio de Salud Metropolitano Sur (SSMS) que fue estimado en $244.354 millones. Sin embargo, la licitación nuevamente está siendo cuestionada. Dos empresas, Sacyr e Inso, demandaron al servicio de salud ante el Tribunal de Contratación Pública.

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