En medio de las tensiones con China, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, obtuvo su primera victoria comercial al finalizar la renegociación del tratado de libre comercio con Corea del Sur.

"Hemos llegado a un acuerdo en principio", declaró Sarah Huckabee Sanders, vocera de la Casa Blanca. El año pasado, el mandatario expresó su descontento con el pacto que entró en vigencia en 2012 y lo llamó "horrible".

Según funcionarios del gobierno, el nuevo convenio incluye mejores condiciones para la industria automotriz estadounidense, responsable de buena parte del déficit de casi US$ 23 mil millones en la balanza de bienes.

Las autoridades surcoreanas aceptaron duplicar el límite de exportación anual de cada empresa que cumpla con los estándares de seguridad estadounidenses a 50 mil unidades. Las comercializaciones por encima de dicho umbral deberán acatar las normas del país asiático.

Si bien la administración se ha jactado de esta concesión, los analistas creen que es poco probable que la mayor cuota beneficie a las firmas estadounidenses, ya que ninguna de ellas vendió más de 11 mil vehículos en 2017.

"Subir un límite que de todas formas no estábamos tocando creo que tendrá un impacto mínimo", comentó a Bloomberg Bernard Swiecki, analista senior del Centro para la Investigación Automotriz.

Corea del Sur también accedió a eliminar barreras no arancelarias, como los requisitos de pruebas medioambientales, y a aceptar los estánderes de EE.UU. sobre las partes de autos.

Además, EE.UU. extenderá un arancel sobre las camionetas surcoreanas hasta 2041. Según Capital Economics, ningún fabricante del país asiático exporta este modelo.

A cambio de estos privilegios, Corea del Sur podrá embarcar cerca de 2,7 millones de toneladas de acero al año sin pagar de manera permanente el reciente arancel de 25% anunciado por Trump. La exención que aplica a otros socios de EE.UU. es sólo hasta mayo.

En tanto, las autoridades están negociando un convenio paralelo sobre asuntos cambiarios. El objetivo es lograr un compromiso por parte de Seúl para evitar las devaluaciones competitivas de su divisa y entregar más transparencia, como cuando el banco central interviene el mercado.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

De acuerdo a funcionarios citados por CNN, EE.UU. nunca antes había incluido una provisión relacionada a las monedas.