Uber vendió este lunes sus actividades en el sureste asiático a su competidor regional Grab, con un acuerdo que marca una nueva retirada de la empresa estadounidenses de servicios de vehículos con conductor (VTC) de un mercado internacional muy competitivo.

Grab consiguió así las actividades de transporte y de entrega de comida de Uber en el sureste asiático, a cambio de una participación del 27,5% para la firma con sede en California, precisó la empresa, con sede en Singapur.

Para Uber, se trata de la mayor retirada de un mercado en el que el estadounidense estaba sometido a una fuerte competencia, justo cuando el nuevo jefe de la firma, Dara Khosrowshahi, intenta limitar las importantes pérdidas y capear una serie de escándalos.

Tras otra dura batalla en Asia, Uber cedió en 2016 sus operaciones en China a su rival Didi Chuxing, a cambio de una participación, y el año pasado, la empresa estadounidense fusionó sus actividades en Rusia con el gigante de internet Yandex.

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El acuerdo cerrado con Grab es similar al firmado con Didi y pone fin a años de lucha por una parte del mercado del sureste asiático, una región con unos 650 millones de habitantes y con una clase media en expansión.

"La adquisición, hoy, marca el principio de una nueva era", declaró el jefe de Grab, Anthony Tan.

Por su parte, Khosrowshahi, subrayó las ventajas apara Uber: "Este acuerdo es una prueba del excepcional crecimiento de Uber en el sureste asiático en los últimos cinco años. Esto nos ayudará a trabajar con más empeño en nuestros proyectos de crecimiento", añadió el jefe de Uber, que participará en el consejo de administración de Grab como parte del acuerdo.

Desde hace unos años, Grab es un actor dominante en el mercado de los VTC en el sureste asiático. Creada en 2012, la empresa ha invertido mucho en su flota regional y cuenta con unos 2,1 millones de conductores en Birmania, Singapur, Indonesia, Malasia, Tailandia, Camboya y Filipinas.

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