Muchos de nosotros podemos estar algo alejados de la industria de belleza y cuidado personal, un sector cuyo tamaño alcanza casi US$450.000 millones a nivel global, y se caracteriza por una alta fragmentación por tipo de productos y servicios, y por cantidad de actores que participan en ella. En términos regionales, Asia-Pacífico (incluyendo China) concentra un 32% del mercado, seguido por Europa Occidental (26%) y EE.UU. (21%). En cuanto a segmentos, los productos y servicios para el cuidado de la piel acumulan un tercio del mercado, mientras que un 10% son cosméticos. Así, en esta industria encontramos interesantes compañías como Ulta Beauty (ULTA), retailer de especialidad en productos de belleza que además ofrece servicios de salón (peluquería y manicure principalmente).

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Con base en Illinois, EE.UU., ULTA es una cadena que hoy opera más de 1.000 locales en ese país. Su origen se remonta a 1990, cuando se fundó Ulta3 con el objetivo de establecer tiendas que ofrecieran todo lo relacionado a productos de belleza para mujer en un único lugar. Cuatro años más tarde se introdujo el concepto de salón a las tiendas, concepto que no ha podido (¡o no ha querido!) ser replicado por competidores como Sephora o Sally Beauty. Actualmente ULTA registra ventas anuales por US$4.900 millones y muestra una capitalización bursátil de US$13.800 millones.

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En su catálogo, ULTA cuenta con más de 20 mil productos de las principales marcas de la industria, además de contar con una marca propia (Ulta Beauty Collection). Si bien el principal canal de venta es el retail presencial (86%), cerca de un 9% de los ingresos proviene del e-commerce (representaba sólo un 2,5% en 2012). En tanto, si bien los servicios de salón representan sólo un 5% de las ventas consolidadas, es clave para atraer tráfico a las tiendas (generando ventas cruzadas). Además, recientemente se asociaron con Chase para lanzar una tarjeta de crédito Ulta Beauty (abierta), que básicamente permite acceder a descuentos y acumular puntos (tanto por compras dentro como fuera de ULTA).

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Un aspecto a destacar en ULTA son sus sólidos -y crecientes- márgenes. El margen EBITDA de la compañía ha aumentado 150 pb durante los últimos tres años fiscales (al cierre de enero 2017) de la mano de un muy buen desempeño de las ventas por local equivalente. Sin embargo, durante los últimos trimestres evidenciaron cierta desaceleración (aunque siguen creciendo a tasas de 10% anual) lo que podría presionar algo a la baja los márgenes consolidados. En relación a la generación de flujo de caja libre, esta ha promediado US$127 millones entre 2013 y 2017.

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En cuanto a su valorización, las acciones de ULTA muestran un múltiplo P/U forward 12 meses de 25,2 veces, lo que representa un descuento de 18% respecto a su promedio de 5 años de 30,7 veces y se compara con las 18,5 veces del S&P-500. El mercado aún premia a ULTA y anticipa atractivas tasas de crecimiento de utilidad neta tanto para el año que cierra a fines de enero de 2018 y para el cierre de 2019 (+26% y +20%, respectivamente). Lo anterior basado principalmente en: (i) Una industria de belleza y cuidado personal que se expandiría en cerca de 6% anual hasta el año 2020; (ii) Poco efecto de la desaceleración del tráfico en malls en EE.UU. considerando que cerca del 90% de las tiendas de ULTA no se ubican en ellos; (iii) Una mayor penetración de su programa de fidelización; y (iv) Una experiencia de compra presencial -potenciada por los servicios de salón- que le permitirían defenderse de la arremetida de un agresivo competidor como Amazon.

*El autor es socio de DVA Capital.