Los pesimistas tuvieron un difícil 2013. Demasiadas cosas salieron muy bien. Las acciones subieron globalmente. La eurozona no logró volver a caer en la crisis. La tormenta en las economías emergentes se calmó. Luego de los primeros tropiezos, la Reserva Federal de EEUU calmó las preocupaciones de los inversionistas sobre sus planes de retroceder, o de reducir el estímulo en su compra de activos.

Pese a que los mercados terminaron el año en un ánimo optimista, hay mucho que podría salir mal en 2014. El rally de las acciones está basado en el crecimiento esperado, no en el real, pero las expectativas económicas siguen siendo frágiles - especialmente en las abrumadas regiones de Europa.  

La principal, dentro de una lista de preocupaciones, es que la Fed pueda perder el control de los eventos. "El mayor riesgo de 2014 es definitivamente el riesgo de que la Fed no entienda las cosas", dijo Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones en Carmignac.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro han subido este año pero la volatilidad del mercado de bonos ha sido baja. Saint-Georges advierte: "lo que se mantiene estable artificialmente es frecuentemente lo que es más arriesgado. Es como la analogía del pavo; un pavo que es alimentado regularmente en la víspera de Navidad resulta ser el ave menos segura de todas".

Mohamed El-Erian, director ejecutivo de Pimco, se preocupa de un eventual contratiempo a medida que los bancos centrales cambian de un "crecimiento inducido por políticas a un crecimiento duradero y más inclusivo liderado por el sector privado… En cada caso - el de la Fed, del Banco Central Europeo y del Banco de Japón - la transición es compleja. Involucra cambios en una mezcla de políticas que ya son bastante experimentales".

Mucho depende de los bancos centrales. A Stephanie Flanders, estratega de mercado para Europa en JPMorgan, le preocupa una agitación del mercado si se asume erróneamente que gran parte de la distensión depende de las economías avanzadas. "No creo que pase, pero creo que estamos probando esta idea de que podemos volver a cierto tipo de normalidad… si algo fundamental está alegrando a nuestra economía y no tenemos esa capacidad de administrar bien, entonces podría no ser un gran año". 

Los efectos de una abrupta desaceleración en China afectarían rápidamente a los mercados emergentes, mientras la caída resultante en los precios de los commodities motivaría fuerzas deflacionarias en Europa, advierte Stephane Deo, director de la asignación de activos globales en UBS. Pero indica que tal escenario "no es nuestro escenario principal; es bastante improbable".

¿Y El viejo continente? Europa no está olvidado entre las potenciales decepciones de 2014. "Los últimos tres años hemos aprendido que la voluntad política de mantener todo en orden es enorme. Pero los políticos siempre elegirán tremendos costos a futuro en lugar de costos inmediatos menores, deciden posponer el problema", dice Andrew Pease, director global de estrategia en Russell Investments.

"Lo preocupante de Europa es que siempre hay una legislación reactiva… Un riesgo es que durante 2014 el BCE diga que ha hecho todo lo posible y resulte en un debilitamiento de la economía", agrega.

Pero las molestias en una parte del mundo podrían beneficiar a otros. Trevor Greetham, director de asignación de activos en Fidelity, cree que "una serie de crisis de mercados emergentes y golpes deflacionarios puede resultar contra-intuitivamente positiva para las acciones de los mercados desarrollados". Los bajos precios de los commodities, por ejemplo, podrían terminar levantando los ingresos reales en los mercados desarrollados.

Andrew Milligan, director de estrategia global en Standard Life Investments, agrega que Europa podría sorprender negativamente - o positivamente: "la suposición implícita es que los riesgos son inconvenientes, pero también puede haber riesgos convenientes".

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