La energía está al centro de los acuerdos comerciales revelados durante la visita del primer ministro chino, Li Keqiang, a Europa.

BP firmó un acuerdo por más de £5.000 millones (US$8.479 millones) para abastecer de gas natural licuado a China y Royal Dutch Shell anunció una alianza global con la gigante estatal energética Cnooc (China National Offshore Oil Corporation), según personas familiarizadas con la situación.

Los negocios están al centro de una serie de acuerdos comerciales durante la visita de tres días de Li a Reino Unido. Pero llegan con el telón de fondo de una continua intranquilidad en la relación política entre Londres y Beijing, con Nick Clegg, vice primer ministro, hablando de una “gran escala de abusos de derechos humanos que aún sigue” en China.

Clegg también dijo que se sentiría más que honrado de reencontrarse con el Dalai Lama. Cameron, en contraste, dijo que no tiene planes de juntarse con el exiliado líder espiritual en el futuro cercano, por miedo a provocar a Beijing.

Las empresas petroleras de occidente tienen muchas ganas de involucrarse con China, el mayor consumidor de energía del mundo. El año pasado, China superó a EEUU para convertirse en el mayor importador neto de petróleo.

El acuerdo Shell-Cnooc formará una relación fuerte entre ambas empresas. Las dos firmaron tres contratos de producción compartida en el campo Yinggehai Basin en el Mar del Sur de China, y Shell está trabajando junto a PetroChina en producir gas shale en China.

China tiene ambiciones de incrementar sus importaciones de gas natural, en parte para reducir su dependencia de carbón y mejorar la calidad del aire en ciudades como Beijing. El mes pasado cerró un acuerdo de US$400.000 millones por 30 años de abastecimiento de gas con Rusia.

China y UK también firmaron un acuerdo de cambio climático, negociado por el Departamento de Energía y Cambio Climático, en la antesala de las negociaciones patrocinadas por la ONU en París el próximo año que deberían generar un pacto global sobre las emisiones.

Cameron y Li también llegaron a acuerdo para reabrir las exportaciones de carne de vacuno y cordero británico a China, allanando el camino para levantar la prohibición impuesta tras la erupción del mal de la vaca loca que comenzó a fines de la década de los ‘80.

El gobierno británico dijo que esto le daría hasta £120 millones a la economía.

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