La Unión Europea se apresta a penalizar las importaciones de productos solares chinos, una medida que incrementaría el costo de la mayoría de los paneles fotovoltaicos para Europa aproximadamente 45% de un día para otro.
Si bien los funcionarios de los Estados Unidos, China y la UE entablaron negociaciones preliminares para resolver una disputa sobre el comercio de productos de energía solar, según personas allegadas a la situación, la UE dijo ayer que se atendrá a su fecha límite del 6 de junio para decidir si impone o no derechos de importación. La propuesta de la UE relativa a los aranceles afectaría a fabricantes como Trina Solar Ltd. de China y elevaría los costos de la construcción de centrales eléctricas en Europa, el mercado mundial más grande para productos solares que es abastecido en gran medida por fabricantes chinos.
Los aranceles provocarán "un aumento en los precios que constituye una gran preocupación para los productores chinos así como también para los desarrolladores inmobiliarios de la región, quienes tal vez descubran que muchos proyectos solares dejan de ser viables", según Jenny Chase, analista solar principal de Bloomberg New Energy Finance. "Los aranceles antimonopolio propuestos son más altos de lo que esperaba el sector".
Recaerían en China penalidades que promedian un 47% sobre bienes por un mínimo de 20.000 millones de euros (US$26.000 millones) por supuesto dumping, o sea por vender a menos del costo. Esto no bastará para revertir un sector fabril solar en declive en Europa, según Ash Sharma, director sénior del área solar en la firma investigadora IHS Inc.
En Europa, más de dos docenas de fabricantes han solicitado protección crediticia desde 2010 y empresas como Q-Cells SE de Alemania, que fue adquirida el año pasado por Hanwha Group de Corea del Sur, y Renewable Energy Corp. ASA de Noruega, que trasladó parte de su producción a Asia.