Una nueva declaración de default parcial fue la que recibió ayer Venezuela, en el marco de la profunda crisis económica y de liquidez que atraviesa.

Esta vez S&P apuntó contra las obligaciones venezolanas, sobre el vencimiento de dos bonos para 2025 y 2026, complicando el proceso de renegociación de deuda externa que impulsa.

Según la clasificadora de riesgo, la nación al mando de Nicolás Maduro no habría realizado el pago de US$235 millones, cuyo periodo de gracia de 30 días concluyó el martes.

S&P que mantiene en perspectiva negativa la situación de pagos de Venezuela, aseguró que "el Gobierno podría incurrir en nuevos impagos o apelar a un canje de deuda lo que equivaldría al default, en los próximos tres meses".

A estas alturas, la situación solo tiende a complicarse para Venezuela, que hace unas semanas ya había recibido declaraciones de default de parte de Fitch y también de S&P para otros instrumentos.

Sobre lo anterior, las renegociaciones del gobierno que se ven limitadas a las sanciones impuestas por parte de EEUU, ven un horizonte incierto, mientras el Ejecutivo insiste en que cumplirá con sus obligaciones.