Los fondos de cobertura han reducido fuertemente sus apuestas pesimistas de que el valor de las acciones está a punto de caer pese a las advertencias de renovada exuberancia de mercado, con la proporción de acciones destinadas para ventas cortas en su menor nivel desde antes de la crisis financiera.

El porcentaje de acciones en manos de operadores que toman posiciones cortas ha caído a su menor nivel en Estados Unidos, Reino Unido y el resto de Europa desde los años antes del colapso de Lehman Brothers, según cifras compiladas para Financial Times por Markit.

La caída en las ventas cortas se produce en momentos en que Wall Street y los mercados en Europa se transan en -o cerca de- máximos récord, lo cual indica que si bien algunos gestores de fondos de cobertura han advertido de excesiva euforia en el mercado, la industria todavía no está dispuesta a apostar contra el rally.

El monto de interés corto (indicador del ánimo de los inversionistas que dice si estos piensan que una acción va a caer o no) en el S&P500 es alrededor de 2% del total de acciones en el índice, cerca de su menor nivel desde que Markit empezó a recopilar estos datos en 2006. En el europeo Stoxx 600, el nivel es similar a apenas por sobre el 2%, mientras el interés en el FTSE All Share de Reino Unido es menor que 1%.

Eso es mucho menor que los elevados niveles vistos en los años previos a la crisis, cuando el interés corto en Estados Unidos en 2007 llegó a un máximo de 5,5%. Las cifras de Markit no consideran cambios en la composición de los índices.

Alimentados en parte por inyecciones de dinero barato de los bancos centrales, los principales mercados accionarios han seguido subiendo este año luego de gozar fuertes incrementos en 2013, forzando a algunos fondos de cobertura a recortar sus apuestas cortas para evitar verse en aprietos.

A medida que el FTSE All-World y el S&P500 han alcanzado récords, la volatilidad se ha desvanecido, con el índice VIX o “el índice del temor de Wall Street” cayendo al mínimo de siete años.

Distorsiones.

Esto ha generado una serie de advertencias de varios gestores de fondos de cobertura líderes, tales como Seth Klarma, de Baupost, Michael Hintze, de CGS y David Einhorn de Greenlight Capital, acerca de las distorsiones causadas por las tasas de interés extremadamente bajas y de posibles burbujas en algunas clases de activos.

Operadores de posiciones cortas como Einhorn han argumentado que las acciones tecnológicas de Estados Unidos han alcanzado valoraciones de “burbuja”, pero se han lamentado sobre la dificultad de apostar contra ellos dado el nivel de entusiasmo que rodea al sector.

“Es peligroso tomar posiciones cortas en acciones que se han desconectado de métodos de valoración tradicionales”, dijo Einhorn a sus clientes este año.

Pese a un período de nerviosismo de algunas acciones de tecnología en el primer semestre, los inversionistas no se han convencido con las advertencias, y algunos analistas han argumentado que las acciones siguen baratas en comparación con otros activos. “Históricamente los períodos de baja volatilidad usualmente llevan a períodos adicionales de volatilidad, no son precursores de una crisis”, dijo Antonin Jullier, director global de estrategia de acciones en Citigroup.

Jullier dijo que algunos fondos de cobertura se habían visto desincentivados de tomar posiciones cortas como resultado de la constante alza en los mercados. “Los fondos de cobertura han tenido peor desempeño en el primer semestre y esto significa que su apetito por riesgo ha caído en el año”, dijo.

El alza en los mercados accionarios ha coincidido con fuertes alzas en los precios de otras clases de activos, desde los precios de las viviendas en Londres a bonos basura, generando preocupación entre algunos inversionistas de que los mercados han vuelto a la complacencia.

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