El tamaño de mercado del lujo en Chile es de alrededor US$ 500 millones, de los cuales US$65 millones corresponden a la categoría de vinos, champañas y destilados.

Se trata de un segmento que desde 2010 no ha dejado de crecer, gracias a un aumento de más de 50% en las ventas de las principales categorías de destilados premium sobre $30.000 por botella.

Según cifras del International Wine and Spirits Report (IWSR), desde 2010 a la fecha las ventas de whisky superpremium y ultra premium han crecido 65%, categoría en la que Diageo, distribuidora líder en este segmento participa con sus marcas  Johnnie Walker Gold Label Reserve (entre $37.340 y $43.232 aprox.) , Johnnie Walker Platinum (entre$$60.243 y $70.800 aprox.) y   Johnnie Walker Blue Label (entre $178.690 y $190.274 aprox.), este último pertenece al segmento de Scotch Whisky Ultra Premium en Chile, categoría que según la IWSR presentará un crecimiento de 150% en los volumenes de venta en 2015 respecto del año pasado.

Por su parte el vodka categoría ultra premium ha registrado un crecimiento de 50% en los últimos cinco años en Chile. Este mercado lo lidera Ciroc, vodka distribuido por  Diageo en Chile y que cuesta en torno a $35.900 por botella.

El ron es otro caso. Este licor ha presentado un crecimiento de un 800% en volumen entre 2010 y 2014 en la categoría ultra premium. Sin embargo, desde la distribuidora de las marcas Zacapa 23 (entre $40.866 y $44.200 aprox.) y Zacapa XO (entre $99.900 y $104.618 aprox.)  aclaran que “a pesar de ser una cifra muy alta, en comparación al volumen general no  es tan significativa”.

El por qué

Ignacio Barbero, Gerente de Marketing de Diageo, explica  que el aumento en el consumo y venta de los destilados premium ha venido de la mano con el crecimiento del mercado de lujo en Chile. Se trata de un mercado que, según Barbero, no ha sufrido el revés de la depresión de la economía ya que no ha habido un ajuste de precios en este segmento que atrae a un cliente que, con un poder adquisitivo alto, ha ido madurando en su consumo de las distintas categorías de licor.

“Es gente que está buscando el punto máximo en términos de un buen whisky por ejemplo. En general son personas que saben de whisky y está dispuesto a pagar más por algo de mucha mejor calidad. La idea es llegar a Blue Label pero el consumidor va recorriendo un camino desde el rojo, negro, dorado y a medida que va madurando y se va a desarrollando va  subiendo la calidad del producto que consume”, indica.

Junto a esto, Barbero asegura que las nuevas tiendas especializadas en vinos y licores y sobre todo la coctelería de lujo han sido factores claves para el crecimiento de este mercado. “Hay un desarrollo gastronómico muy grande en Chile y se ven como en esos locales que se usan productos que van acorde a la coctelería más de lujo. Se está empezando a cambiar eso de no ver la marca. Antiguamente uno abría una carta en un restorán y salía un Manhattan, un Tom Collins o un Cosmopolitan y hoy día los bares están empezando a especificar el producto que están usando en ese trago para justamente demostrar la calidad que están ofreciendo”, asegura.