Los datos sobre la mejora en igualdad en Chile son “inapelables” y “para celebrar”, sostiene el académico de la UC y experto en desigualdad Claudio Sapelli. Pese a esto, asegura que mucha gente no quiere ver esta evolución. Los resultados de la última Encuesta Casen 2015 muestran que el índice Gini bajó por primera vez de 0,50 (0,495), lo que confirma la tendencia de la economía chilena en las últimas décadas, las que han registrado constantes mejoras en indicadores sociales clave, como la pobreza y la igualdad. Precisamente Sapelli ha comprobado que la desigualdad en las nuevas generaciones chilenas ha ido disminuyendo. Es más, dice que entre 2000 y 2015 hay una caída pocas veces vista en el mundo, de cerca de un 15%.
Los datos, que por alguna extraña razón son poco “promocionados” por las autoridades, son la mejor muestra de que el crecimiento debe ser la prioridad de cualquier gobierno, lo que necesariamente debe estar acompañado de buenas políticas públicas para lograr una reducción de la desigualdad y un mayor bienestar en la población. Quizá se ha elegido conscientemente no generar mucho ruido con esta buena noticia que, dicho sea de paso, empieza a derribar algunos mitos que han sido utilizados de manera permanente por algunos grupos de la sociedad para presionar con cambios estructurales en el sistema económico.