Buscando degustar cocina internacional y productos locales del sur de Chile, nos acercamos al restaurante Cumbres del Lago, que se encuentra ubicado en el primer piso el Hotel Cumbres Puerto Varas. El restaurante cuenta con modernas instalaciones de corte tradicional, donde predomina la belleza y la naturalidad de la madera; tanto en sus muros, mobiliario y pisos. Grandes láminas de cristal permiten que una atmósfera natural inunde completamente el lugar. Una terraza descubierta también cuenta con mesas habilitadas para los comensales.
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Mientras disfrutábamos de la agradable vista panorámica al lago Llanquihue y de los volcanes Osorno y Calbuco, degustábamos los pancitos esponjosos con base crocante y aceitunas aromáticas, untados con una salsa de chancho en piedra fresca. Después nos sirvieron nuestras entradas: "centolla en dos tiempos" ($11.500): un timbal de carne de centolla desmenuzada fresca y sabrosa, donde predominaba la palta sobre los demás ingredientes, se acompaña de dos ravioles de gran tamaño y de masa crocante que se deshacían rápidamente en boca, rellenos con una blanda y deliciosa centolla con queso crema de marcadas notas minerales; cubiertos con una lograda crema de cebollines. Al degustar este plato, dos distintas temperaturas y texturas para el mismo ingrediente conforman un atractivo juego.
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Además, la crocancia de las delgadas papas en lonjas complementa los deliciosos sabores que lo caracterizan en boca. Seleccionamos además "Napoleón de locos y papa chilota" ($10.800): locos de gran tamaño, carnosos y frescos, con una textura chiclosa, se esconden bajo una aireada capa mixta de papa chilotas filo, cebollas moradas en juliana y variadas hojas verdes que le aportan crocancia y distintas notas de color al plato ¡Buenísimos!
De fondo seleccionamos los platos "salmón sellado" ($13.500) y "merluza servida con puré al merkén" ($11.900). El filete de salmón fresco, tenía un grosor adecuado y un delicioso sabor; que se equilibraba con la bien lograda quinua graneada, los crocantes camarones de adecuado tamaño, los espárragos grillados de marcadas notas tostadas y el confit de tomate que le aportaba una nota de dulzor. Un conjunto de deliciosos sabores y diferentes texturas se fusionaban en cada bocado.
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En cuanto al segundo plato, una fresca merluza de gran tamaño, cubierta de un crocante y mas bien paliducho sofrito, se acompañaba perfecto con el puré casero de papas de textura grumosa y el intenso sabor del merkén. Una porción de ensalada chilena y verdes hojas de perifollo, aromática hierba de notas más bien picantes que se suele utilizar como sustituto del perejil, le aportaban frescor al plato.
Dentro de las alternativas dulces, seleccionamos dos postres de interesante nominación: "trilogía de manzanas" ($4.500) y "textura de lúcuma y merengue" ($4.500). Ambos postres presentaban una linda, trabajada y entretenida presentación.
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La trilogía de manzanas estaba compuesta por tres alternativas de postres tradicionales, dispuestos en prácticos y adecuados formato de degustación: strudel de manzana, porción tibia compuesta de asombrosas lonjas manzanas de textura crocante e intensos sabores; helado de manzana fresco y refrescante de suave textura y una aireada espuma de manzana.
"Textura de lúcuma y merengue" estaba compuesto por tres porciones de lúcuma presentada en distintos formato: un sorprendente crocante y a la vez crujiente macaron en cuyo relleno resaltaba el sabor de esta fruta; una aterciopelada porción de cremoso helado y una espuma de divertida textura. Cabe destacar que todas las alternativas estaban ¡muy sabrosas!
Cerramos este almuerzo con una aromática agüita de menta orgánica y limón que elegimos entre varios tipos de hierbas aromáticas, te y café.
En general, Cumbres del Lago presenta alternativas de linda presentación, novedosos y entretenidos ingredientes de distintos orígenes; montados en platos que apelan a lo orgánico. Estas porciones son más bien de gran tamaño; y encierran distintas sensaciones que se descubren a medida que se consumen. Cuentan con un rico sabor, aromas y alta persistencia en boca. Atención personalizada con poco tiempo de demora, buen ritmo de servicio y preocupación por los detalles. Tuvimos la oportunidad de compartir con Don Hugo Cavieres, chef ejecutivo, un agradable momento en la mesa.