Desarrollo y Redes es el nombre de la nueva empresa de Vicente Caruz junto a varios de sus socios históricos, aquellos con los que por años trabajó en el Banco del Desarrollo y en el holding Norte Sur, más algunos nuevos: Sergio Molina, Alberto Etchegaray, Maximiliano Poblete, Felipe del Río, entre otros.

En total son 25 socios que dan vida a esta compañía que funciona como un fondo de inversión -o club de emprendedores, como prefiere llamarla él- que apoya con capital a pequeñas y medianas empresas con alto potencial, pero en las cuales no toman más del 50% de la propiedad. “Siempre entramos como accionistas minoritarios, porque nos interesa que se desplieguen las fuerzas empresariales, ellos son los motores y nosotros somos apoyadores”, explica Caruz.

Desarrollo y Redes comenzó a operar a comienzos de año y en la actualidad tiene una carpeta de veinte proyectos que están evaluando. Pero Caruz explica que en este emprendimiento se han impuesto “una tarea más difícil: Lo que queremos ahora como eje estratégico es juntar empresas europeas con empresas chilenas, en un proceso común de internacionalización”. Esto, porque según Caruz las pequeñas y medianas empresas de Chile y Europa están viviendo procesos complementarios. “En Europa tienen el diagnóstico de que el grado de internacionalización de sus pequeñas y medianas empresas es bajo. Y en Chile, las pequeñas y medianas empresas necesitan agregarle más valor a su producción, con más tecnología y conocimiento, que es lo tienen los europeos. Eso hace muy complementaria la fase que viven Europa y Chile”, explica.

Por esta razón, lo que busca Caruz es desarrollar joint venture entre empresas, y asegura que el interés es alto. De hecho, de las veinte iniciativas en carpeta, “tenemos 12 proyectos de energía de los cuales hay 5 o 6 que están listos para invertir, estamos buscando socios, y ya tenemos 2 conversaciones avanzadas con socios europeos. Tenemos proyectos en tratamiento de desechos, que en los países desarrollados eso ya está industrializado, y aquí hay cero tecnología”.

En ese escenario estaban cuando, a través de amigos en común, conocieron a Equinox, un “club de inversionistas” italiano, con objetivos muy parecidos a los de Desarrollo y Redes. En conjunto ambas empresas presentarán hoy, en el hotel Hyatt, el “Proyecto Colombo”, iniciativa que tiene dos propósitos: dar a conocer a inversionistas chilenos un fondo de inversiones de 200 millones de euros -donde Equinox y Desarrollo y Redes serán socios- para que inviertan en empresas pequeñas y medianas del sur de Europa. Y también para contactar a los europeos con los chilenos para que ellos inviertan en compañías de igual tamaño chilenas.

Hasta Chile llegó una delegación de empresarios representantes de Equinox encabezada por Salvatore Mancuso, que además es miembro del directorio de Enel, vicepresidente de Alitalia y presidente del Banco de Sicilia; y por Alberto Rubegni del grupo GAVIO, entre otros empresarios.

¿Qué es Equinox?

Equinox es una plataforma para invertir en el desarrollo empresarial, principalmente pequeñas y medianas empresas. Ellos ya han formado varios de estos clubes de emprendedores y han invertido en numerosas empresas siempre europeas. Lo novedoso es que ahora quieren invertir en Latinoamérica y también llevar inversionistas chilenos a invertir a Europa. En el nuevo fondo de Equinox la idea es invertir en empresas del sur de Italia y de España y darle la posibilidad a inversionistas de Chile y de América del Sur de invertir con ellos. Creo que hay una oportunidad hoy para invertir porque los activos están baratos en Europa.

¿El proyecto Colombo tiene como objetivo llevar inversiones de Chile a Europa?

Y viceversa, se va a formar un fondo que invierte en Latinoamérica a partir de Chile. Estratégicamente el fondo quiere invertir equilibradamente en el sur de Europa y en Chile.

¿Por qué alguien debiera invertir hoy en Europa, donde aún hay ruidos?

Una cosa es la micro economía, y otra cosa es la macroeconomía. Europa ha seguido exportando con niveles récord, no ha perdido participación. Ha hecho un ajuste brutal pero eso ya se hizo. Europa se va a demorar pero en cinco años será súper competitivo, porque habrá hecho sus ajustes.

Y se lo pregunto al revés, ¿por qué quisieran invertir en Latinoamérica, justo ahora que se habla del concepto de la Nueva Mediocridad?

Indudablemente que su crecimiento está afectado, entre otras cosas, por lo que han sufrido los mercados norteamericanos, europeos, y eso es natural. Pero cuando esos mercados empiecen a funcionar, y Chile decida crecer en valor agregado, el crecimiento va a mejorar.

Usted fue un empresario jugado por Bachelet, ¿no cree que la reforma tributaria hace más difícil invertir en el país?

La reforma tributaria se juega su valor en el uso de sus recursos. Todos estamos de acuerdo en que la educación en Chile tiene que aumentar dramáticamente su calidad. El cómo se hace es dificilísimo. Pero si se resuelve, para los empresarios va a significar una mayor paz social, mayor tranquilidad; y también mejores estudiantes, que el día de mañana serán mejores profesionales o técnicos. Eso es pura productividad, y mirado en el largo plazo es beneficioso. Los inversionistas miran el largo plazo, recuperan en 10 años.