Las viñas, dado el exigente mercado internacional, son habitualmente las primeras en reaccionar a las demandas por mayor sustentabilidad. Ahora que el tema va mucho más allá de medir y mitigar la huella de carbono, se imponen nuevos desafíos, más de índole social.

Ese es el contexto en Viña Cono Sur se adhirió al código Business Social Compliance Initiative (BSCI), que se preocupa por temas de sustentabilidad social y que será obligatorio para entrar a mercados escandinavos en los próximos años.

"Este código nació dentro de la Asociación Europea de Comercio Exterior y se basa en la normativa laboral de la OIT para apoyar la mejora continua del desempeño social de los proveedores. Su objetivo final es apoyar condiciones de trabajo sostenibles", explica la jefa del departamento de sustentabilidad de la viña, Alejandra Lapostol.

"No se trata de una certificación si no del cumplimiento de los estándares de un código de ética o conducta que está 100% enfocado al beneficio y bienestar de los trabajadores y sus condiciones laborales. Para Cono Sur la sustentabilidad es una de las bases de su filosofía, y como parte fundamental de ella, está la responsabilidad social", sigue la ejecutiva.

Lapostol explica que fueron la primera viña en Latinoamérica que fue invitada a participar  en una auditoría del piloto que verificó el  cumplimiento de las normas del código de conducta BSCI, el cual en el corto plazo será requisito para poder comerciar cualquier producto con los países nórdicos.

"Este exigente código de conducta es reflejo del fuerte compromiso que tenemos con el medioambiente y las personas, en pos de la producción sustentable, parte esencial de nuestra filosofía. Y tenemos hoy la alegría de decir que nuevamente, somos la primera Viña Sudamericana en obtener tal importante certificación", señalan en Cono Sur.