El ex presidente y actual vocero de la demanda marítima boliviana, Carlos Mesa, aseguró hoy que Chile "tiene que someterse" al fallo de la Corte de La Haya y manifestó que es "muy grave" que autoridades actuales y exmandatarios de ese país sostengan que no lo cumplirán si no les es favorable.
En declaraciones a la radio Activa, de Santa Cruz, Mesa (2003-2005) refrendó la posición de que Chile debe acatar el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, "que es obligatorio y vinculante".
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"Es muy preocupante que un presidente y tres expresidentes nos estén adelantando que no están dispuestos a acatar el fallo final de la Corte Internacional de Justicia si no les es favorable", apuntó.
El miércoles, el presidente chileno, Sebastián Piñera, se reunió con sus antecesores Michelle Bachelet, Eduardo Frei y Ricardo Lagos, quienes respaldaron la posición gubernamamental de Chile en relación a la demanda presentada por Bolivia en 2013.
Frei (1994-2000) aseguró que no están "dispuestos a aceptar, como en otras oportunidades, fallos con mucha creatividad pero que no respetan los acuerdos".
Mesa sostuvo que esa afirmación "contradice" aquellas de la democracia chilena post-pinochetista que han proclamado el respeto riguroso "de los tratados y las instituciones internacionales".
El vocero boliviano, además, subrayó que el fallo de la CIJ "no tiene nada que ver con un diferendo limítrofe", como lo entienden Piñera y los exmandatarios chilenos, sino con "la obligación o no de Chile de cumplir compromisos con Bolivia".
En su demanda, Bolivia pide a la CIJ que obligue a Chile a negociar una salida soberana al mar sobre la base de las promesas que varios de sus gobiernos hicieron y que el país andino considera que generaron obligaciones unilaterales de los estados.
Para Mesa, la posibilidad de que Bolivia obtenga un fallo favorable hará que cuente con "fuerza moral" para convencer a países amigos u organismos multilaterales y que éstos a su vez recuerden o presionen a Chile a sentarse a negociar.
En caso de que Chile no acepte el fallo, "es absolutamente legítimo" que Bolivia recurra al papa Francisco, a países amigos o incluso al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, indicó.
"Cuando hay un fallo judicial de carácter vinculante y obligatorio se terminó la bilateralidad", sentenció Mesa.
Bolivia y Chile afrontarán del 19 al 28 de marzo en la ciudad neerlandesa de La Haya las audiencias orales del litigio, una de las fases determinantes antes de que se conozca la sentencia final del alto tribunal de las Naciones Unidas, prevista para fines de 2018.
Bolivia perdió ante tropas chilenas unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio durante una guerra en 1879.
Chile argumenta que tras aquel conflicto las fronteras entre ambos países quedaron fijadas en un tratado de 1904 y no hay nada que negociar, además de que la corte no puede decidir sobre la soberanía de su territorio.