Londres.- Liberty Global se está enfrentando con Vodafone por comprar el mayor operador de cable de España. Así, ambos intensifican su pelea por quedarse con gran parte de la infraestructura de banda ancha de Europa.
Una guerra de ofertas por Ono, la cual los analistas valoran en hasta €7 mil millones incluyendo la deuda, enfrentaría a la mayor compañía de telecomunicaciones del Reino Unido por valor de mercado contra la compañía de cable de John Malone por segunda vez en dos años. Vodafone ya está en conversaciones con los accionistas del grupo español, el cual también considera emitir acciones este año.
El multimillonario estadounidense buscó derrotar a Vodafone en su acercamiento a Kabel Deutschland el año pasado con una oferta propia, obligando al grupo británico de telecomunicaciones a aumentar la oferta. Vodafone también estuvo conectado con Ziggo, el grupo alemán de cable que el lunes llegó a un acuerdo de €10 mil millones con Liberty; se rumorea que ambos son potenciales compradores para un negocio como Fastweb, de Italia.
"Ha sido una carrera por tener la mejor posición en cada uno de sus mercados principales. España es el último gran mercado que les queda por pelearse", dijo Robin Bienenstock, analista de Bernstein. "Pero los accionistas de Vodafone son reacios a cerrar un trato a un precio demasiado alto".
Ambas compañías han gastado más de US$45 mil millones comprando negocios de cable y de línea fija en Europa desde 2011, encontrándose agresivamente en la pelea por Kabel Deutschland.
La sed por comprar negocios de cable enfatiza cómo cada compañía se esmera en crear un grupo de cable y telecomunicaciones paneuropeo. Malone construyó su imperio con empresas de cable de video, pero su estrategia se centra cada vez más en ser dueño de las fibras que entregan servicios de internet. A través de Liberty Media Group, él es el motor tras una batalla de US$61 mil millones por controlar Time Warner Cable y consolidar la industria estadounidense del cable.
Vodafone también ve las redes de línea fija como un medio importante para llegar a sus clientes. El cable llevaría sus señales móviles y permitiría ofrecer servicios complementarios de banda ancha fija y de televisión.
La ola de adquisiciones ha inflado los valores de los operadores de cable de la región, al punto que algunos analistas temen una burbuja que resultaría en precios irreales. "Algunas de estas apreciaciones son completamente infladas; especialmente para activos que ya no están creciendo, como Ziggo", dijo un analista de Londres, que pidió no ser nombrado.
El apetito de Vodafone por las redes fijas europeas lo empareja con la estrategia de AT&T, la cual esta semana se descartó de una oferta por el grupo británico de telecomunicaciones por seis meses. Los analistas sugieren que una futura oferta de AT&T sería menos probable si Vodafone se fortaleciera con activos de cable europeos.
Ninguno de los grupos se ha acercado al directorio de Ono, según dijo gente familiar con la situación. Agregaron que el acercamiento a los dueños fue "preliminar" y que la administración seguía por emitir acciones.
Vodafone, Ono y Liberty no quisieron referirse al tema.
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