Cambios a dos dígitos.
El efecto se ha aminorado en los últimos días, pero el tramo de cinco años sigue siendo por mucho la parte más turbulenta de la curva en UF. La semana la vio caer 4 puntos base el lunes, subir 11pb entre el martes y el jueves y volver a bajar 4pb el viernes, hasta cerrar en 1,23%. Es más, según cálculos de Bloomberg, la volatilidad a 30 días según desviación estándar llega a los 115,37 puntos, más de tres veces el promedio de los últimos cinco años. ¿Pero por qué tanta volatilidad? Es un tema de liquidez, según comentan desde el mercado. En lo que va del año se han transado sólo US$894,8 millones en los instrumentos que componen el benchmark, según cifras de RiskAmerica. Uno de los motivos por esta escasez de movimiento está en que el Banco Central no va a emitir bonos este año, según anunció a inicios de enero, pero también está un canje de este tipo de papeles realizado hace dos años, dice Andrés de la Cerda, gerente de renta fija de BICE Inversiones. Eso sí, la escasez no duraría mucho. Según comenta De la Cerda, la volatilidad en el benchmark a cinco años se va a "regularizar" cuando Tesorería coloque bonos en el mercado. Estos títulos no serían absorbidos por las AFP, indica, dado que estos plazos se utilizan más en el trading de corto plazo, en busca de ganancias de capital, mientras que las administradoras de fondos de pensión buscan rentabilidades de largo plazo. Hacienda ya anunció hace poco más de una semana que emitirá deuda local por hasta US$7.000 millones, de los cuales hasta US$1.000 millones serán papeles en UF a 2023.
[ze_adv position="adv_300x100" ]