Los esfuerzos de la Unión Europea y China por llegar a acuerdo en una disputa acerca de los paneles solares ha alcanzado un impasse, amenazando con reavivar las tensiones entre dos de los principales socios comerciales del mundo.

Después de semanas de intensa discusión, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, esperaba cerrar la semana pasada un acuerdo, por el cual los exportadores chinos accederían -pagando impuestos- a no vender sus productos en la UE a menos de un precio mínimo. Pero funcionarios de la comisión se sorprendieron por los términos de la última oferta china, y dijeron a los estados miembros el viernes que era inaceptable.

Bruselas y Beijing quieren un acuerdo antes del 6 de agosto, fecha para la cual la UE se comprometió a subir un impuesto anti-dumping a los productos solares chinos desde 11% a un promedio de 47%. Funcionarios de la UE han dicho que los detalles básicos chinos para un acuerdo tendrían que haberse acordado el 28 de junio -un deadline que ahora está en el pasado. "El tiempo se está acabando", dijo un funcionario, quien recalcó que las negociaciones ahora estaban "al más alto nivel".

El caso de los paneles solares es el caso comercial más grande la UE, en términos del valor de los bienes en juego. Llevó a Beijing a tomar represalias a través de una investigación comercial propia sobre los vinos europeos, amenazando con lanzar otra represalia contra los autos europeos. En 2011, las exportaciones de paneles solares de China a Europa tuvieron un valor de más de 20 mil millones de euros.

Karel De Gucht, comisionado de comercio europeo, dio pie atrás en sus demandas de buscar un precio mínimo de 58 centavos por kilowatt -dicen fuentes cercanas- donde el volumen de exportaciones chinas tendría un techo de 60% del mercado de la UE.

Esto está en línea con los precios actuales chinos y es una gran concesión de Bruselas. Para los fabricantes europeos, un acuerdo justo sería de más de 80 centavos.

© The Financial Times Ltd. 2011