Warren Buffett ha dicho que está “salivando” con la idea de gastar US$40.000 millones en grandes adquisiciones, revelando que este año se cayeron dos negocios por US$20.000 millones por desacuerdos sobre los precios.
El inversionista multimillonario le aseguró a CNBC que no estaba dispuesto a competir con otros interesados en su búsqueda de empresas para sumarlas a Berkshire Hathaway, el conglomerado que controla.
Buffett muy raramente vende una empresa que haya sido absorbida por Berkshire, que tiene una capitalización bursátil de US$217.000 millones, y prefiere negociar directamente en lugar de participar en una subasta que podría hacer subir el precio de una compañía.
El veterano inversionista es famoso por su habilidad para sacar provecho del dinero existente en las grandes operaciones de seguros de Berkshire y del ingreso de sus más de 70 negocios operativos.
Cuatro de los cinco mayores de esos negocios operativos, que generaron US$9 mil millones de los US$15 mil millones de Berkshire en ganancias antes de impuestos, fueron adquiridos en los últimos siete años.
El último gran negocio firmado por el “Oráculo de Omaha” fue la adquisición del grupo de químicos Lubrizol por US$9.700 millones acordado a inicios de 2011, una transacción que incluyó la salida en desgracia del ejecutivo senior David Sokol, debido a operaciones en la acción de Lubrizol.
Buffett dice con frecuencia que considerará negocios simples con gestión enorden que demuestren “poder de ganancias consistente” y buenos retornos, aunque utilicen “poca o ninguna deuda”.
También dijo que se mantiene optimista de la economía estadounidense, y espera que siga avanzando, pese a que el crecimiento global se desacelera, a medida que el mercado inmobiliario se recupera.
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