Esta mañana se dio a conocer la decisión de Reino Unido respecto al futuro de Julian Assange, fundador de Wikileaks: justicia rechazó levantar la orden de detención , explicando que el imputado violó los términos de su libertad condicional, cuando se refugió en la embajada ecuatoriana hace más de 5 años.
"No estoy convencida de que haya que retirar la orden", dijo la juez Emma Arbuthnot, acabando con la posibilidad de que el fundador de Wikileaks pudiera salir libremente a la calle.
Assange buscó refugio en la embajada ecuatoriana, huyendo de una orden de arresto europea cuando Suecia lo acusaba de ser sospechoso de delitos sexuales.
La justicia sueca abandonó la investigación, pero la policía británica quiere aún detenerlo por haber vulnerado los términos de su libertad condicional.
Ante esto, en una audiencia durante la semana pasada, el abogado del fundador de Wikileaks, Mark Summers, sostuvo que la orden de detención "perdió su propósito y función" después de que la justicia sueca dejara de lado las acusaciones.
Summers estimó que Assange, de 46 años, ha estado viviendo en condiciones "similares al encarcelamiento" y que su "salud psicológica se ha deteriorado" y "está en peligro". Sin embargo, el fiscal Aaron Watkins consideró "absurda" la demanda.
Assange teme dejar la embajada, ser detenido y acabar extraditado a Estados Unidos por la ya conocida difusión de miles de secretos oficiales de este país.