Grecia ya no posee el dudoso honor de estar en el centro de atención en la crisis de la eurozona. España es el país que sería el titular, temen los inversionistas ahora.

Los temores acerca del contagio desde Grecia han presionado al mercado de acciones de Madrid a los niveles de 2003 y sus diferenciales respecto de los bonos de Alemania están en récords de la eurozona. Las preocupaciones acerca de la salud de los bancos españoles han dado paso a las preocupaciones sobre las posibilidades de que ocurra una corrida bancaria, la peor pesadilla para autoridades e inversionistas.

“El gran riesgo en Europa es ahora España”, plantea Stephane Deo, economista europeo de UBS. Dice que se está contestando muchas preguntas de los inversionistas acerca del estado de los bancos: “Mi principal preocupación es el potencial de una corrida bancaria”.

El último, y potencialmente más serio escenario de la crisis de la eurozona comenzó hace dos semanas, cuando los votantes griegos no lograron que ningún partido obtuviera un mandato lo suficientemente fuerte para gobernar. De repente una “Grexit”, como muchos en el mercado están llamando a la potencial salida de Atenas de la moneda única, estaba en las cartas.

Pero a medida que avanzaba la semana pasada, las preocupaciones se trasladaron desde lo que Grecia pudiera hacerse a sí misma a lo que podría hacerle a otros. Las acciones españolas, italianas, rusas y brasileñas entraron en mercados bajistas, cayendo más de 20%. El FTSE 100 en Reino Unido está en territorio correctivo, cayendo más de 10%. Las acciones de los bancos de la eurozona ahora están más bajas de lo que estuvieron tras el colapso de Lehman Brothers en 2008 y comienzos de 2009.

“¿Estás tirando un hilo en tu chaleco y de repente descubres que la mitad de tu chaleco ha desaparecido? Esa pregunta es el punto que yo creo que no se puede entender acerca de Grecia. España es la prueba de acidez más importante para lo que está pasando”, dice Andrew Parry, director ejecutivo de la firma de inversión en acciones Hermes Sourcecap.

Para los inversionistas, la respuesta de las autoridades no ha sido la adecuada. Como destaca un analista de Citi, sólo en diciembre el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió que las consecuencias de una salida de Grecia de la zona euro serían “incalculables”.

Pero la semana pasada una serie de políticos y banqueros centrales hicieron fila para decir a los griegos que ese sería su destino si buscaban renegociar su segundo rescate internacional. Los inversionistas temieron que las autoridades estén siendo complacientes precisamente en el momento equivocado.

“Si por alguna razón Grecia no puede permanecer en el euro, será realmente un gran problema y tendrá implicancias significativas en la banca en todo el mundo. El riesgo es que a través de un error o accidente de política se desmorone”, declaró David Jacob, director de inversión en Henderson Global Investors.

Parry plantea que los desempeños de los activos durante los viernes en los últimos meses han sido muy optimistas: las acciones en Italia y España han tendido a estar mejor en comparación con el resto de la semana. Tras la crisis de Lehman en 2008, los inversionistas despertaban los lunes tras eventos extraordinarios  como la quiebra de Lehman o la adquisición de Merrill Lynch por parte de Bank of America.

Muchos temen una repetición de los últimos dos años, donde un positivo comienzo de año fue seguido del temor acerca de la zona euro. Jacob dice -medio en broma, medio en serio- que gran parte depende de los planes de verano de los políticos europeos y de cuán dispuestos estén a cancelar las vacaciones. “La liquidez en el mercado de bonos corporativos es tan pobre como en 2008. Estamos llegando al nivel donde nadie está dispuesto a poner el riesgo sobre la mesa”.

De Guindos: "La batalla por el euro se librará en España"

El viernes, el Banco de España dio a conocer que el valor de los malos préstamos en manos de los bancos españoles se incrementó en un tercio durante el último año a €148 mil millones, en medio de los crecientes temores de que el país ahora está en la línea principal de peligro.

“La batalla por el euro va a ser librada en España”, dijo a Financial Times el ministro español de Finanzas Luis de Guindos. “Es una economía de gran tamaño con un gobierno ortodoxo implementando políticas ortodoxas”.

La Comisión Europea ha ofrecido retrasar los duros objetivos de déficit para España en un año para evitar que su recesión económica se profundice, pero De Guindos plantea que su país no quería aliviar las metas, las cuales requerirán que Madrid reduzca su déficit a 3% del PIB el próximo año. “Vamos a ajustarnos a nuestros compromisos porque esa es la única manera de salir de la crisis”.

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