5 simples cambios respaldados por la ciencia que debes probar el próximo año para ser más saludable
Adoptar nuevos hábitos no tiene que ser complicado. Estos cinco consejos respaldados por la ciencia son tan fáciles de incorporar que podrán transformar tu bienestar en 2025 sin esfuerzo. ¡Descubre cómo pequeños ajustes pueden hacer una gran diferencia!
El inicio de un nuevo año trae consigo la promesa de un nuevo comienzo, una pizarra en blanco para reinventarnos y establecer metas que nos acerquen al bienestar. Sin embargo, muchas veces estas resoluciones se tornan abrumadoras, abandonadas incluso antes de que termine enero.
Pero, ¿y si esta vez apostamos por cambios sencillos, respaldados por la ciencia, que no solo sean alcanzables, sino también efectivos? A continuación, te presentamos cinco ajustes simples que podrían transformar tu salud en 2025.
1. No te enjuagues los dientes después de cepillarte
TikTok no solo es para bailes virales; también ha cuestionado la forma en que cuidamos nuestros dientes. Los videos recientes sugieren evitar el enjuague con agua después del cepillado. Aunque suena contraintuitivo, los dentistas están de acuerdo: al no enjuagarte, el flúor de la pasta dental permanece en los dientes por más tiempo, protegiéndolos contra las caries.
Según dijo a The Washington Post (WP), Brittany Seymour, portavoz de la Asociación Dental Americana, enjuagarse suavemente con un pequeño sorbo de agua o esperar al menos 20 minutos para hacerlo también es una opción válida. Este simple ajuste podría ser el secreto para mantener una sonrisa saludable durante todo el año.
2. Lava tu cabello con champú, pero no demasiado
El eterno debate sobre la frecuencia del lavado del cabello ha llegado a las redes sociales. ¿Debes lavar tu cabello todos los días o es mejor el método “no-pooing”? (enjuagar el cabello con alternativas al champú, como vinagre de sidra de manzana , acondicionador o agua simple para ayudar a mantener los aceites naturales).
Los dermatólogos ofrecen un enfoque equilibrado: lavar el cabello con champú es crucial para evitar la acumulación de grasa, piel muerta y productos, que pueden causar irritación y caída del cabello. En promedio, los dermatólogos recomiendan lavar el cabello con champú todos los días o al menos cada dos o tres semanas, pero esto depende del tipo de cabello, la textura, la edad y si usas productos para peinar el cabello.
Carolyn Goh, experta en trastornos del cabello de la Universidad de California en Los Ángeles, recomendó al Washington Post adaptar la frecuencia del lavado a tu tipo de cabello y estilo de vida. Si tienes cabello graso, podrías necesitar lavarlo con más frecuencia. Si tu cabello es seco, un lavado menos frecuente podría ser suficiente. Recuerda: un cuero cabelludo limpio es clave para un cabello saludable.
3. Hidrátate como prefieras, incluso con agua con gas
Si te cuesta beber suficiente agua, el agua con gas podría ser tu mejor aliada. Al igual que el agua natural, está compuesta por H2O, pero con un toque burbujeante gracias al dióxido de carbono. Estudios, como el liderado por Ron Maughan de la Universidad de St. Andrews, han demostrado que el agua con gas es tan hidratante como el agua regular, e incluso comparable al café o al té en términos de hidratación.
El sabor y la textura del agua con gas podrían motivarte a beber más, ayudándote a mantenerte mejor hidratado. Eso sí, si tienes problemas de acidez o sensibilidad dental, consulta a tu médico o dentista antes de hacerla tu principal fuente de hidratación.
4. Descubre el poder de las cerezas ácidas
¿Buscas una solución natural para la inflamación y el dolor? Las cerezas ácidas, como las Montmorency, podrían ser justo lo que necesitas. Ricas en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias, estas pequeñas frutas han demostrado beneficios en estudios clínicos.
Por ejemplo, un ensayo realizado con corredores mostró que beber jugo de cereza ácida antes de una carrera redujo significativamente el dolor muscular, comparable a tomar 800 mg de ibuprofeno, según Kerry Kuehl, experto en medicina deportiva de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón. Además, su consumo podría aliviar síntomas en personas con fibromialgia u osteoartritis.
5. Deja el alcohol para mejorar tu sueño
Aunque una copa de vino antes de dormir podría parecer relajante, la ciencia sugiere lo contrario. Investigaciones del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo muestran que incluso una o dos bebidas por la noche pueden afectar la calidad del sueño.
Aaron White, asesor científico del instituto, explicó a The Washington Post que el alcohol puede ayudar a conciliar el sueño rápidamente, pero interfiere con los ciclos de sueño profundo. Esto puede hacer que te despiertes sintiéndote menos descansado. Si buscas una noche de sueño reparador, considerar reducir o eliminar el alcohol podría ser un cambio sencillo pero efectivo.
El camino hacia una mejor salud no tiene que estar lleno de sacrificios extremos. Estos cinco ajustes sencillos son fáciles de incorporar en tu rutina diaria y podrían tener un impacto significativo en tu bienestar.
Y eso no es todo. Estos pequeños cambios pueden ser el punto de partida para adoptar hábitos más saludables a largo plazo. Por ejemplo, mantener el flúor en tus dientes podría inspirarte a explorar otras formas de cuidado bucal, mientras que hidratarte con agua con gas podría animarte a reducir el consumo de refrescos azucarados.
Recuerda que la clave está en la consistencia. No necesitas un cambio radical para ver resultados positivos. En lugar de eso, enfócate en tomar decisiones inteligentes, un paso a la vez. ¡Haz que 2025 sea tu año más saludable con pasos pequeños pero poderosos!
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