Abandonada y desmantelada: así luce histórica central que abasteció de electricidad a Valparaíso
Antiguamente se utilizó para electrificar gran parte de Valparaíso, funcionando con tecnología alemana, pero se dejó de utilizar y luego fue saqueada. Catalogada como la segunda más antigua del país, una reciente exploración urbana dio a conocer los vestigios del lugar.
“Pude recorrer todo el trayecto del agua desde el Tranque de La Luz (Curauma) hasta la planta hidroeléctrica en Laguna Verde. En el tranque hay un embalse artificial para acumular el agua, bajo el murallón del embalse, bajo tierra, hay una cámara de control donde pasan las tuberías de metal”.
Así comienza el relato del ingeniero civil y fotógrafo Camilo Barra (Provinciano en la ciudad), quien lideró le “redescubrimiento” de la antigua Central Hidroeléctrica El Sauce, planta ubicada en Laguna Verde, y que por décadas abasteció de electricidad a Valparaíso.
“Luego de cientos de metros las tuberías emergen hasta llegar a la cámara de carga, es aquí donde se concentra el agua en un punto más alto que la planta. A continuación, las tuberías descienden entre quebradas y cerros, donde el agua ganaba presión y caudal, para finalmente llegar a la planta en el sector de Laguna Verde. El agua movía una serie de turbinas Pelton que generaban la electricidad”, añade Barra, quien rememora el esplendor de la planta como parte de una disciplina de exploración urbana denominada urbex (urban exploration).
Abandonada y desmantelada: así luce histórica central que abasteció de electricidad a Valparaíso
La ciudad de Valparaíso a principios del siglo XX se encontraba en un momento de apogeo económico y cultural. Muchos inversionistas extranjeros llegaron a la ciudad puerto, provocando aumento de su población y de paso, naciendo la inquietud de crear proyectos de movilidad urbana como ascensores y tranvías eléctricos.
Según explica Barra, eso generó a necesidad de suministrar de mayor capacidad eléctrica a la ciudad, sobre todo para alimentar los tranvías. Eso comenzó a gestar el interés de construir una nueva planta generadora, pues la anterior se ubicaba en pleno centro y funcionaba con energía térmica.
Fue así como en 1901, la Compañía de Tranvías Eléctricos de Valparaíso, “comienza a realizar el proyecto de construcción de la Central Hidroeléctrica El Sauce, bajo la dirección del ingeniero húngaro José Lindacker. Esta se ubicó en el sector de Curauma, cerca del Tranque de la Luz.
“Ésta se transformó en una fuente de agua artificial que en el futuro alimentaría a la central. Este tranque acumulaba los excedentes de agua del Lago Peñuelas, el cual se ubica a algunos cientos de metros del lugar, que en ese entonces se usaba para abastecer de agua potable para el consumo de Valparaíso”, agrega.
La hidroeléctrica fue terminada en 1906, su diseño fue encargado a la compañía suiza Escher Wyss & Co, empresa líder mundial en ingeniería y construcción de turbinas. “La arquitectura de la central era un lujo de diseño. Destacaban sus bellas baldosas cuadradas, que curiosamente aún se conservan, de color blanco y negro, importadas desde Alemania”, explica el explorador urbano.
“Otro elemento que destacaba era el panel de control, hecho de placas de mármol, que contaba con una serie de indicadores e interruptores para el control de la planta. Finalmente, también llamaba la atención por sus terminaciones, principalmente en bronce, vidrio y acero inoxidable, símbolo de modernidad y diseño en la época”, añade.
La planta abasteció eléctricamente a la ciudad de Valparaíso, especialmente para el funcionamiento de los tranvías, que eran el sistema de transporte de la ciudad. “La central operó suministrando energía eléctrica a los tranvías desde 1905 hasta 1952. Posteriormente, la planta siguió operando hasta 1995″, revela Barra.
Es en 1990, que los terrenos donde se encuentra el Tranque de la Luz y la Central Hidroeléctrica El Sauce son vendidos a la Inmobiliaria Curauma, que se encargó de crear proyectos habitacionales en el sector. La inmobiliaria, luego de cinco años, decidió cerrar la central, argumentando que no era viable económicamente dado su rendimiento y costos. Así, poco a poco comenzó a quedar abandonada, situación que se mantiene hasta hoy.
Fue inaugurada a inicios de 1900: robos y cultura
Luego, en 1997, cuando un aluvión daña gran parte de su infraestructura, comienza a ser desmantelada. De hecho, en 2012, los encargados del lugar, sorprendieron a un grupo de personas con oxicortes robando los restos que quedaban de la hidroeléctrica, revela Barra.
“Hoy sigue perteneciendo a la Inmobiliaria Curuma, hay proyectos de difusión cultural por parte de asociaciones, pero nada que que se preocupe por conservar en si la arquitectura del lugar y recuperar su historia”, establece Barra.
La primera central hidroeléctrica del país es la de Chivilingo, la cual fue construida en 1896 en Lota, Región del Biobío. La central El Sauce es la segunda más antigua que tiene (o tuvo) el país, y también es la segunda más antigua en ser alimentada por una fuente de agua artificial.
Hay una que la precede en este último aspecto, una incluso más pequeña, y que personalmente tuve la oportunidad de visitar, señala Barra. “Se trata de el Molino El Arrayán, que se ubica en Los Ángeles, y fue construido en 1879. Este molino tenía su propia central hidroeléctrica y llegó a abastecer el alumbrado público de esa ciudad hasta 1887″, finaliza el explorador urbano.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.