Investigadores chinos han descubierto evidencia directa, concretamente rocas sedimentarias marinas, que prueba la existencia de un antiguo océano en la llanura norte de Marte.
Estudios previos encontraron evidencia de una gran cantidad de líquido en el Marte primitivo, pero las afirmaciones siguen siendo controvertidas debido a la falta de análisis in situ.
Un equipo de investigación dirigido por Xiao Long, profesor de la Universidad de Goeciencias de China, analizó los datos científicos de la cámara multiespectral del rover Zhurong de Marte y encontró por primera vez evidencia petrológica de rocas sedimentarias marinas en la superficie de Marte, según un artículo de investigación publicado en la revista National Science Review.
El descubrimiento ha abierto nuevas posibilidades para desentrañar el pasado del planeta y su potencial para albergar vida.
“Cuando miramos las imágenes de la cámara a bordo del rover, descubrimos que las estructuras de lecho de las rocas expuestas son significativamente diferentes de las rocas volcánicas comunes en la superficie de Marte, así como las estructuras de lecho formadas por arenas eólicas”, dijo Xiao, citado por la agencia espacial Xinhua.
Agregó que las características de flujo bidireccional indicadas por el conocimiento del lecho eran consistentes con los flujos de marea de baja energía en el entorno de la costa y el océano poco profundo de la Tierra.
Marte ahora es conocido por sus condiciones frías y áridas. Sin embargo, el último descubrimiento sugiere que el entorno marciano podría haber sido significativamente diferente hace miles de millones de años.
Zhurong es parte de la misión de exploración de Marte Tianwen-1 de China. Aterrizó en Utopia Planitia, una vasta llanura en el hemisferio norte de Marte, el 15 de mayo de 2021. Ha viajado aproximadamente 2 kilómetros y transmitido un torrente de datos a la Tierra antes de cambiar al modo inactivo. Su lugar de aterrizaje estaba en una región de bajas latitudes de Marte.
Desde entonces, un grupo de más de 20 investigadores de la Academia de Ciencias de China ha utilizado los datos obtenidos por cámaras y detectores a bordo del rover para estudiar las características de la superficie a diferentes escalas y las composiciones de materiales de las dunas en el área de aterrizaje.