Preocupantes cifras dejó un estudio realizado en San Pedro de la Paz orientado a medir cuánta actividad física realizan los escolares.

La investigación, titulada “Relación entre el hábito de actividad física y el bienestar: análisis longitudinal de factores mediadores desde la infancia a la adolescencia” fue realizada por el académico de Educación Física de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, Sergio Fuentealba.

El estudio arrojó luz sobre la relación entre el hábito de actividad física y el bienestar de los adolescentes y que se encuentra próximo a publicar sus resultados.

Estudio revela que casi el 70% de los escolares no hace la actividad física recomendada

En un análisis preliminar, sin embargo, el titular de este proyecto, financiado por el fondo Jorge Millas de la Universidad Andrés Bello en su edición 2022, adelantó algunas de las conclusiones de esta investigación.

Los resultados del estudio dejan en evidencia un panorama alarmante en cuanto a la frecuencia de actividad física entre los adolescentes. Según los hallazgos de esta primera etapa, que incluyó a un total de 917 niños, niñas y adolescentes de 10 a 19 años de establecimientos municipales, un sorprendente 68% de ellos no cumple con las recomendaciones internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en términos de frecuencia y volumen de actividad física semanal.

“Específicamente, se observó una baja prevalencia en la práctica habitual de actividad física en entornos familiares, la participación en juegos al aire libre con amigos y la realización de actividades físicas durante el recreo escolar. Estas manifestaciones del hábito de actividad física eran menos frecuentes entre los adolescentes examinados”, detalló el investigador a cargo del proyecto.

Por otro lado, más del 50% de los adolescentes, supera la frecuencia y cantidad recomendada internacionalmente para actividades que involucran uso o tiempo empleado viendo pantallas (video juegos, celular, televisión, etc.).

A lo anterior se añade que, al menos un 30% de los jóvenes, permanece acostado o en reposo durante el tiempo de ocio disponible durante la semana.

En contraste, los resultados también destacaron un alto nivel de satisfacción entre los adolescentes en diversos aspectos de sus vidas, incluyendo su salud, sus relaciones interpersonales y sus actividades extracurriculares. Sin embargo, se identificó un nivel inferior de satisfacción en cuanto a la autoconfianza y la incertidumbre sobre el futuro.

Además, demostraron un nivel satisfactorio en estrategias de regulación emocional de corto plazo, relacionadas con mantener la atención, mejorar el estado de ánimo y concentrarse.

Sergio Fuentealba.

La positiva relación entre actividad física y bienestar

Uno de los hallazgos más significativos del estudio fue la relación positiva encontrada entre los hábitos de actividad física, el bienestar percibido y las estrategias de regulación emocional de los adolescentes.

La investigación mostró que los adolescentes más activos físicamente tendían a poseer más estrategias para regular sus emociones, lo que se relacionó con un mayor nivel de satisfacción con la vida. “Esta cuestión es importante pues anteriormente hemos examinado dentro los mecanismos subyacentes, el papel de la regulación emocional como mediador de la relación entre hábitos activo-físicos y el bienestar subjetivo en esta población. En definitiva, adolescentes más activos físicamente poseen más estrategias para regular sus emociones, lo que se asocia en general con un mayor nivel de satisfacción con la vida”.

Sin embargo, el estudio también mostró que factores como la vulnerabilidad escolar, el género y la etapa de desarrollo del adolescente también influyeron en estas relaciones, moderándolas. “Las puntuaciones medias en los hábitos de actividad física, el bienestar y en la regulación emocional, son inferiores en las mujeres y en la adolescencia tardía, etapa comprendida desde los 17 a los 21 años (UNICEF).

Así mismo la tendencia es que las puntuaciones en estos tres aspectos sean más bajas en adolescentes que asisten a establecimientos cuyo Índice de Vulnerabilidad Escolar es mayor”, detalló Fuentealba.

Los hallazgos ponen de manifiesto la importancia de generar, políticas e intervenciones que aborden estas dimensiones, considerando estrategias de que promuevan la generación de hábitos de actividad física, por medio de juegos, actividades y la práctica de deportes en entornos que favorezcan el desarrollo físico, emocional y psicológico del adolescente.

Investigaciones en todo el mundo muestran, además, que esta es una etapa de consolidación en desarrollo humano, particularmente en lo referido a comportamientos y hábitos asociados a una vida activa y saludable.