Alerta zoosanitaria: ¿Cuál es el peligro de las aves con gripe aviar detectadas en el norte?

Luego de que el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), diera a conocer nuevos casos confirmados de de la gripe aviar H5N1, en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, en aves silvestres acuáticas, específicamente en dos pelícanos encontrados en Iquique y Antofagasta, se levantaron las alarmas de prevención a nivel nacional.

Durante los últimos meses, esta variante de influenza aviar ha causado cientos de brotes en el hemisferio norte, en países de Asia y Europa, lo que ha dejado miles de aves muertas.

La influenza aviar altamente patógena, comúnmente llamada gripe aviar en este caso producida por la cepa H5N1, pertenece a los virus de la gripe A que están muy extendidos en la naturaleza y amenazan la salud de humanos y animales en todo el mundo debido a su potencial pandémico, se presenta principalmente en las aves acuáticas silvestres, como patos, gansos, cisnes, gaviotas y aves costeras.

Pero con la llegada de esta gripe a Chile ¿cuáles son los peligros que pueden traer para la población?

Teresa Balboa, académica del Departamento de Salud Pública de la Universidad de La Frontera, explica que a pesar de que existe la transmisión de contactos de animal a persona, estos se han dado en muy poco casos, en comparación a la alta contagiosidad y alta mortalidad que se da entre las aves.

Por lo que “no se espera que pueda ser un problema para la para los humanos” a pesar que hay un brote de influenza de este tipo, enfatiza Balboa.

Pero lo que probablemente se observe es que haya un gran aumento de caso, debido a la emigración de las aves que en 2022, por ejemplo en Europa, los contagios fueron cinco veces mayor a los registrados el 2021. Lo que implicó tener que sacrificar millones de aves.

Sí es posible que la gripe aviar se contagie a humanos, pero esto puede suceder si eventualmente las aves acuáticas contagie a las aves de corral y “eventualmente las aves silvestres de corral pueden contagiar a seres humanos”, señala el doctor Luis Castillo, decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la U. Autónoma.

“La capacidad de contagiar entre animal a humano es muy baja” recalca la académica UFRO, quien alade que gracias a la vigilancia de este virus, se ha observado que en alrededor 10 años, se han reportado alrededor de 900 infecciones en humanos.

Razón principal por la cual se señala que el riesgo es muy bajo, y que aquellos humanos más propensos a contagiarse son aquellos que que están en contacto directo con las aves, principalmente las personas que están a cargo de criaderos de aves de corral.

“Porque estas personas están en contacto principalmente con con los excrementos de estos animales” y a través de estas secreciones se pueden transmitir el virus, añade Balboa.

“En Chile eso no ha pasado” comenta Castillo, escenario que se da gracias al control sanitario realizado por SAG, quien se encuentra constantemente monitoreando para las acciones de prevención, y a que el contacto debe ser frecuente e intenso, como en el caso criadores de aves de corral que pueden inhalar las partículas contaminadas.

Hoy día se sabe que el consumo humano de carne de aves de corral que podrían llegar a estar contagiada, no genera mayor riesgo en los seres humanos” señala Catillo.

Hasta ahora, no se ha descrito transmisión alimentante existente, lo que se debe a la seguridad del consumo de carne de aves, de huevos y sus productos agrícolas adquirido en el comercio normal, y los procesos de fiscalización sanitaria.

Por tanto, “aquí hay que fortalecer la medida manipulación de aves, sus productos, especialmente los mercados donde la gente compren, pero se puede consumir carne de ave con tranquilidad y huevo con tranquilidad porque por ahí no hay transmisión de la enfermedad” añade el académico.

En caso de que una persona se llegara a contagiar, y de acuerdo a los pocos casos reportados en humanos, se podría dar de manera asintomática, y en caso de producir síntomas es muy parecida la influenza, pero “tiene una mayor tasa de letalidad que la influenza que conocemos habitualmente estacional” comenta Balboa.

Pero, lo importante aquí, señala Castillo, es que el personal de salud tiene que tener muy claro la sintomatología y conocer los antecedentes de la persona que presenta síntomas, porque si trabaja en una gran agrícola, criando pollos o gallinas, por ejemplo, puede tener un alto grado de sospecha que permite seguir el protocolo establecido por la Organización Mundial de la Salud.

Es un riesgo que existe, debido al desplazamiento de las aves tienen desde el hemisferio norte al sur, por lo que es esperable que pueda llegar hasta el sur del territorio nacional.

“Yo espero de que haya aparición de aves silvestres muertas producto de la gripe aviar hacia el sur del país” señala Castillo.

Ahora, que esta gripe se distribuya o produzca enfermedad en el ser humano en las condiciones habituales “es prácticamente imposible” añade.

Por su parte el SAG, a través de un comunicado, hizo un llamado a la población a no tocar ni manipular aves enfermas o muertas, y a dar aviso si se encuentra alguna.

Como el contagio es principalmente a través de secreciones o excrementos de las aves, “lo que se recomienda es evitar el contacto principalmente con aves silvestre y l si se observa un ave muerta, informarlo directamente a SAG para que se le hagan las pruebas y para que se tomen todos los resguardos posibles” recalca Balboa.

De todas maneras, si se debe manipular, “lo que hay que hacer es manipularla con guantes e introducirlas a una bolsa de plásticas y enviarla al” recomienda Castillo.