Esta no es la primera pandemia que vive la humanidad y tampoco será la última. Alexis Kalergis, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), asegura que lo que estamos viviendo, no es inédito. Y peor, volverá a ocurrir. Es parte de lo que el inmunólogo compartió en Conversaciones LT, un ciclo de diálogos de actualidad exclusivo para suscriptores de Latercera.com.
El investigador dice que la aparición del virus Sars-CoV-2, que ha generado la actual pandemia, ha tenido un impacto global que no se esperaba, porque si bien, ha habido otras pandemias, en particular virales en la historia de la humanidad, ésta ha causado alarma y preocupación por la rápida diseminación que ha tenido.
En este escenario, en el que ninguna persona tiene inmunidad ante el virus, las vacunas resultan ser clave. “Una de la razones por las cuales este virus ha sido tan desastroso, es que la población mundial carece de inmunidad frente al virus. Esta falta de inmunidad y mecanismos moleculares que despliega el virus, obliga a que la ciencia trabaje en el desarrollo de una vacuna. Hay aún incerteza en términos de la manera cómo este virus genera inmunidad de manera natural y si esa inmunidad puede ser protectora y cuánto tiempo dura”, indicó.
Kalergis destaca el trabajo colaborativo y asociativo que se ha generado a nivel mundial entre distintos grupos de investigadores que buscan desarrollar una vacuna, una carrera a la que también se ha sumado Chile.
-¿Cuánto demora aproximadamente el desarrollo de una vacuna?
Esto es ciencia, por lo que es difícil anticipar plazos, y cuando uno define plazos, normalmente se equivoca. Vacunas de uso masivo, han demorado hasta décadas en desarrollarse. Primero hay que entender la enfermedad y el agente microbiano y eventualmente con esa información comenzar a desarrollar estrategias, que pueden ser varios tipos.
-Pero se ha hablado de plazos récord en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, incluso de menos de un año. ¿Hay que bajarle entonces un poco las expectativas a la gente?
Totalmente, por lo menos desde nuestro grupo de investigación, hemos sido súper cautos en insistir en que uno puede estimar plazo para las etapas, pero jugársela de uso masivo es dificil. ser´pia una estimación aventurada. se requieren cumplir una serie de pruebas, sino solo preclínicas, sino clínicas. Es difícil anticipar un plazo.
-Existen más de 100 grupos científicos desarrollando vacunas en el mundo. ¿Podría darse el caso que tengamos varias vacunas? ¿Eso sería bueno, porque habría más alternativas?
Lo más probable es que eso sea el caso y yo espero que sea así. Muchas enfermedades infecciosas tienen varias vacunas, como la influenza o la polio. No es raro, y ojalá en el caso puntual del coronavirus, que sea así, que tengamos no una o dos, ojalá cuatro, cinco o más.
El esfuerzo chileno
En la UC y junto a un grupo de investigadores liderados por Kalergis, también están trabajando y ya tienen prototipos de una prometedora vacuna chilena contra el coronavirus.
Según el director del IMII, al no tener Chile la posibilidad de manufacturar sus propias vacunas, los investigadores nacionales han estado realizando convenios con sus pares y la industria fuera del país. De hecho, el reciente convenio firmado con la farmacéutica china Sinovac Biotech, que permitirá que voluntarios chilenos puedan participar de un ensayo clínico de la vacuna que ellos vienen realizando, fue posible gracias a conversaciones que mantenían desde el año pasado, antes que apareciera el virus.
Estos trabajos de colaboración recíproca, en el que los investigadores internacionales reconocen la labor científica del país, también se está realizando con científicos de Estados Unidos y algunos países de Europa. “Después de análisis muy rigurosos, tras ver los resultados, eventualmente podríamos ser parte del desarrollo de algunas vacunas internacionales. Como no tenemos capacidad local de manufactura, nos obliga a acercarnos a colaboradores. Ojalá, de esta pandemia podamos salir más favorecidos, no será la última, debemos prepararnos para una futura e instalar capacidades para la manufactura de vacunas en Chile”, dice Kalergis.
Los países que no tienen posibilidad de manufacturar una vacuna, los vuelve más vulnerables y los hace dependiente de otros. Es por esta razón que para países como Chile, participar en colaboración con los países que están desarrollando vacunas y tienen posibilidades de fabricación, nos acerca a ellas y a la posibilidad de asegurar un acceso temprano.
Respecto de la vacuna que desarrollan en la UC, el investigador dijo que el próximo año podrían ya estar en la fase de pruebas de seguridad.