Es verdad que la obesidad es un factor de riesgo para muchos problemas de salud, como hipertensión, lípidos sanguíneos anormales, diabetes tipo 2, arteriopatía coronaria, accidente cerebrovascular, casi todos los tipos de cáncer, apnea obstructiva del sueño y varios más, pero ser delgado no excluye la necesidad de alimentarse sano.
La alimentación influye sobre los riesgos para la salud, independientemente del peso corporal. Aunque uno sea delgado, el riesgo para muchas enfermedades puede aumentar por una alimentación con alto contenido de grasas saturadas y transaturadas, de carnes rojas y procesadas, de sodio y de carbohidratos refinado, como azúcar en las gaseosas, en la repostería y en otros alimentos.
Por otro lado, también hay alimentos que reducen los riesgos para la salud. Existe una conexión entre las verduras, las frutas, los cereales integrales, los frutos secos, el pescado y el aceite de oliva con más longevidad y menos riesgo de cardiopatía y cáncer. Comer una variedad de alimentos de esos grupos brinda muchos nutrientes diferentes que el cuerpo necesita. Sea uno delgado o no, es muy importante como adulto saber cuáles son las propias necesidades nutricionales porque al envejecer, puede aumentar el riesgo de sufrir deficiencias.
En lo que a la salud cardiovascular se refiere, existe una conexión entre comer grasas saturadas y transaturadas con niveles poco deseables de colesterol y, por su parte, el consumo de sal se relaciona con hipertensión. Un estudio reciente descubrió que las mujeres mayores con peso normal que comían una alimentación menos sana y alta en calorías tenían un riesgo 10 por ciento mayor de padecer un cáncer relacionado con la obesidad que las mujeres de peso normal con una alimentación más sana.
Hay también otros factores importantes que considerar, tales como el tabaquismo y la actividad física. Aunque los fumadores tiendan a pesar menos que los no fumadores, corren más riesgos de salud. Fumar no solamente puede derivar en cáncer de pulmón, sino también en más riesgo para varios otros tipos de cáncer. Además, puede llevar a sufrir arteriopatía coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar crónica. Por otro lado, la actividad física reduce una gran cantidad de riesgos para la salud tanto en la gente delgada como en la gorda, incluido menos riesgo para hipertensión, diabetes tipo 2, lípidos sanguíneos anormales, arteriopatía coronaria, algunos tipos de cáncer y depresión.
A medida que transcurre el tiempo, llevar un estilo de vida beneficioso que incluya comer bien, mantenerse físicamente activo y no fumar puede permitir vivir mejor y gozar de una calidad de vida, en general, superior a quienes necesitan perder peso y a quienes ya gozan de un peso sano.
* Dr. Donald Hensrud, es especialista en Medicina Preventiva de Clínica Mayo (Rochester, Minnesota)