Es el máximo anhelo, y tal vez, la herramienta más codiciada para enfrentar la actual pandemia: la ciencia, los gobiernos y la población en general, esperan la llegada de una vacuna que sea capaz de derrotar al Sars-CoV-2, el actual coronavirus que asola al planeta.
Pero el ministro de Ciencia, Andrés Couve, durante un nuevo capítulo de Conversaciones LT, recuerda que pese a todas las expectativas, aún no hay una.
“No tenemos esa herramienta que usamos para combatir enfermedades y lo que estamos haciendo como país es sumarnos a un esfuerzo extraordinario por alcanzar a tener una en el menor tiempo posible”, dice esperanzado, la que además, espera, llegue en un oportunamente y pueda ser repartida equitativamente. “Hoy lo que el mundo entero está haciendo esta trabajando en el desarrollo de una vacuna”, señala.
Explica que la ciencia trabaja a un ritmo jamás visto. “La vacuna que menos ha demorado en desarrollarse, tardó cuatro años, en 1967. Son procesos largos. Hay que preocuparse de la seguridad y la efectividad”, aclara. “Las vacunas no surgen espontáneamente...es un trabajo muy largo. Nuestro ‘récord mundial’ es de cuatro años”, insiste y dice que el objetivo es que ahora se logre entre 12 y 18 meses.
Explica que la manera de batir esta marca es cambiar el enfoque. Muchos desarrolladores están trabajando paralelamente en procesos que antes se hacían secuencialmente. Por ejemplo, añade, ahora ya se está trabajando en la manufactura incluso antes de tener lista la vacuna, “haciendo una apuesta que es riesgosa, pero que puede adelantar los plazos”.
Las estimaciones de la OMS
Varias vacunas ya están llegando a la fase 3, pero ello no garantiza nada. Dice que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta un interesante datos que nos pone en la perspectiva de cuál es el riesgo: “La OMS piensa que un 17% de los candidatos que entran en la fase 3, podrían culminar todas las fases y llegar finalmente a que la vacuna sea suministrada a la población. Es una probabilidad menor a un quinto, de que una vacuna que entra en fase 3, finalmente sea probada y administrada a la población”.
Dice que todavía en la fase 3 existen riesgos y por eso es importante se estén desarrollando distintas iniciativas en paralelo. “Por eso es importante y que haya más de 100 candidatos”.
El ministro también resume las tres estrategias que se están siguiendo. Algunas, señala, están trabajando con virus inactivados, es decir, “toman el virus entero, lo inactivan y hacen que no sea capaz de multiplicarse”.
Otras, agrega, prueban un parte del virus, como una proteína, como un antígeno, “para que el organismo genere una respuesta inmune.”
“Pero ahora estamos enfrentados a una tercera estrategia, mucho más novedosa, donde ya ni siquiera se usan las proteínas del virus, sino su material genético. Se introduce el cuerpo material genético para que nosotros produzcamos el antígeno y que ese antígeno produzca la respuesta inmune”.
Por lo tanto, explica, hay distintas estrategias de vacunas “que nos abren distintas posibilidades, para ver cuál funciona mejor”.
Señala que muchas veces, aclara, la primera versión, “la vacuna 1.0 por llamarla de algún modo, no siempre es la óptima y muchas veces debe optimizarse, para que pueda transformarse en la vacuna más efectiva que podamos generar”.
Revisa en este link la entrevista completa al ministro Andrés Couve sobre le trabajo de la ciencia en torno a una vacuna para el coronavirus.