El 14 de noviembre, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, su sigla en inglés) actualizó la situación climática del fenómeno de La Niña en un nuevo informe. En él sostiene que es más probable que el fenómeno climático surja en octubre-diciembre de 2024 (57% de probabilidad) y se espera que persista hasta enero-marzo de 2025.

Anticiclón del Pacífico comenzó a interactuar con La Niña: estas serán las consecuencias en el verano

Su arribo, aunque aún no es oficializado por el organismo científico, ya se deja sentir en el país. De hecho, el anticiclón del Pacífico ya está interactuando con La Niña. “La Niña refuerza el anticiclón, lo que explica por qué La Niña afecta negativamente las lluvias en al zona central. Pero los efectos de La Niña dependen de la región, en precipitaciones hay diferencias regionales importantes”, sostiene

Según el climatólogo, “en el extremo sur La Niña no favorece las precipitaciones, por lo que el verano podría ser particularmente seco. Eso significa que el riesgo de incendios forestales en el extremo sur del país y la Patagonia es más alto este verano”, explica.

En el extremo norte La Niña potencia el invierno altiplánico por lo que el verano podría ser particularmente lluvioso en esa zona. Eso significa que el riesgo de aluviones en el norte grande del país es más alto este verano, adiciona Cordero.

Justamente La Niña podría ser ratificada oficialmente por la Noaa, aunque Cordero lo ve difícil. “Pero no es descartable. En los últimos meses han crecido las probabilidades de que La Niña no sea oficialmente declarada, al no satisfacerse los criterios que utiliza la Noaa para el efecto. Para que la Noaa declare oficialmente el comienzo de La Niña, la temperatura superficial del mar frente a las costas de Ecuador y Perú debe mantenerse bajo los 0,5°C de enfriamiento relativo durante un período relativamente largo de tiempo”, explica.

“Debido al calentamiento global, la temperatura en esa zona del Pacífico no está logrando sobrepasar ese umbral (0,5°C) de enfriamiento. Eso no significa que no haya Niña. La Niña está presente y los efectos climáticos de la misma se sienten, ya tanto en Chile, como en el resto del mundo. Por lo tanto, es probable que en el futuro deban modificarse los criterios que la NOAA utiliza para oficialmente declarar el comienzo de La Niña”, sostiene .

Jornadas calurosas

En medio de esta interacción climatológica, la Dirección Meteorológica de Chile marcó en sus registros que este lunes en Santiago, la temperatura máxima llegó a 31°C (a la sombra), mientras que este martes y miércoles los termómetros llegarán también a los 30°C. El resto de la semana no descenderá de 28°C.

Similar es el pronóstico de otros portales climáticos. Meteored señala que que el termómetro marcará en torno a 30°C, salvo el jueves, que presentaría 28°C.

AccuWeather sigue la misma línea que los anteriores. Temperaturas en promedio sobre 30°C o 31°C para la capital, e incluso anticipa que la próxima semana sería mayor el registro, alcanzando hasta 35°C.

Esto último lo acerca a los años más calurosos del registro (ver a continuación).

Los récord de temperatura máxima registrada para el mes de diciembre de 1950 en Santiago a la fecha son: (entre paréntesis el día)

-2016 (14): 37,3°C

-2019 (23): 36,7°C

-2022 (15): 36,7°C

-2022 (11): 35,7°C

-2023 (25): 35,7°C

Amplitud térmica

En medio de lo anteriormente descrito, se presenta una situación climática llamativa. Las mañanas (y las madrugadas) son heladas, mientras que los días muy calurosos. ¿A qué se debe?

Raúl Cordero explica que la razón es un fenómeno denominado amplitud térmica. “La amplitud térmica es típica de cielos despejados. En el día, los cielos despejados permiten que la radiación solar caliente la superficie facilitando altas temperaturas máximas. En la noche, los cielos despejados permiten que la radiación infrarroja escape libremente hacia el espacio, enfriando la superficie y favoreciendo bajas temperaturas mínimas”.

Debido al desarrollo de La Niña, se prevé una relativa falta de nubosidad en los próximos meses lo que favorece las chances de tener frecuentemente una gran amplitud térmica, añade Cordero.

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