La cuarentena, ya sea a nivel individual o comunitario, tiene un impacto. Eso es claro si se mira desde un punto de vista social y económico. También desde un enfoque psicológico.
Pero existen diferencias. Cada persona enfrentará y vivirá desde de un lugar diferente según su personalidad, el confinamiento.
Es una situación nueva para todos, pero habrá algunos que puedan tener más conflictos con el encierro. ¿Quiénes? El psiquiatra Matías Amenábar, especialista de Clínica Indisa, estable que cuatro son los tipos que pueden presentar más conflictos: las personalidades obsesivas, las histriónicas, las antisocial y las paranoide.
Nuestra personalidad es nuestra forma de ser, con nuestras virtudes y defectos. Es la forma en cómo nos relacionamos con los demás, las cosas y nosotros mismos, explica Amenábar: “Es un patrón de características que configuran la constelación completa de la persona. Nuestros actos, pensamientos y emociones definen nuestra personalidad”.
La cuarentena nos lleva a un proceso de adaptación a una nueva realidad, que nos limita a realizar muchas acciones cotidianas de nuestras vidas, explica, y “esto nos lleva a activar nuevos mecanismos de afrontamiento, estrategias que utilizamos para adaptarnos a estos cambios”.
Personalidades
Y si bien tipos de personalidades hay muchas, aclara el psiquiatra, algunas se enfrentarán con más dificultades al confinamiento. Por ejemplo, una personalidad histriónica podría tener más problemas y manifestar trastornos por los límites que impone el aislamiento social.
“La personalidad histriónica tiende a ser una persona más expresiva que le gusta la atención, que le preocupa mucho la atención social, tiende a ser muy emotivo y expresivo, y ser el centro de atención, por eso ante la restricción y como les gusta socializar, estará muy conectado a las redes sociales, será el que arme el grupo de llamada para conectarse", dice Amenábar. Es además, quien suele mostrar todo lo que hace en las sociales siempre y que siempre sube foto de él o ella, "y como les gusta mucho salir y estar en grupos, se podría poner más ansioso o irritable”.
Tratará de llamar la atención con ciertas publicaciones que generen pánico colectivo, revela Amenábar sobre la personalidad histriónica. Además, será quien suba a las redes sociales noticias llamativas, como inicios o términos de cuarentena, difundirá el mismo mensaje a varios grupos de amistades, etc
En el caso del obsesivo, tiende a ser una personalidad más insegura, por eso busca controlar. Amenábar explica que son personas preocupadas por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficacia. Se preocupan por los detalles, el orden, la organización y los horarios, hasta el punto de perder el objetivo principal de la actividad
Es aquel que tiende a preocuparse mucho por la limpieza y tener miedo al contagio de cualquier enfermedad de manera natural, y ahora por el coronavirus el miedo a contagiarse será más pronunciado. “Es uno de los que lo pasará más mal, buscará trabajar más y rendir más, porque es muy sensible a la critica de autoridades, de hacer el trabajo bien, al estar en casa puede ser que incluya más tiempo, porque no tendrá las mismas herramientas”, detalla.
Al verse amenazado por no cumplir sus metas, la personalidad obsesiva, podrá experimentar ansiedad, frustración, irritabilidad e insomnio.
El paranoide, es aquel “perseguido” y que tiende a la desconfianza. Ve el mundo de una forma amenazadora, “puede llegar a incluso a sospechar que lo quieren contaminar, estará más suspicaz, tiende a ser más reservado y se siente seguro en su espacio”, indica el psiquiatra.
Sospechan de forma infundada de que los demás los están explotando, engañando o perjudicando, dice Amenábar. Se preocupan por dudas injustificadas sobre la lealtad o fidelidad de los amigos. Son reticentes a hacer confidencias a los demás debido a un temor injustificado a que la información que den se use en su contra con maldad. “Albergan rencores, no olvidan los insultos, los perjuicios causados, ni las muestras de desprecio”, explica.
En el caso de la personalidad antisocial, se caracteriza por tener poca empatía, tiende a no preocuparse por los demás y son bastante arriesgados, “no solo ponen en riesgo a los demás, sino que también a ellos mismos”, dice Amenábar. Tampoco les importa contagiar a los demás, "lo más probable que no respete la cuarentena”.
No se adaptan a las normas sociales las personalidades antisociales. Muestran deshonestidad que se manifiesta en actos como mentir de forma repetida o engañar para obtener beneficios personales. “Es frecuente en ellos la impulsividad, incapacidad para planificar el futuro, irritabilidad y agresividad, y la despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás”, explica el psiquiatra.
Son circunstancias en que todos los síntomas descritos se acentúan. Los obsesivos se vuelven más controladores y los perfeccionistas se preocupan más.
Pero no es exclusivo de ellos la tensión emocional. El psiquiatra indica que, en consulta, los principales problemas que se repiten en los pacientes son las dificultades que hay para llevar las actividades domésticas, el cuidado de los niños y además el trabajo. “Es una sobrecarga súper importante, además los niños preadolescentes están muy inquietos y se ponen demandantes, y a muchos les ha costado adaptarse a eso”.