Anuncian llegada de El Niño Costero: esta es la principal consecuencia que tendrá en el clima del país

Este viernes llega a su fin febrero, y consigo el verano meteorológico (el astronómico termina el 20 de marzo). No ha sido un febrero cualquiera, ha sido uno lleno de récords climáticos. Y además, ante la presencia oficial del fenómeno de La Niña.

Pese a que La Niña hacía presumir la irrupción de un verano más benigno, los últimos registros de temperaturas han desestimado esta proyección. De hecho, este verano ha sido particularmente cálido, al menos en Santiago y la zona central.

En términos de temperatura máxima, en Santiago, el verano meteorológico termina como el tercero más cálido registrado, solo superado por el de los años 2023 y 2020. Además, los dos primeros meses del año fueron los más cálidos reportados desde 2017.

Así lo establece Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, quien añade que febrero termina como el segundo más caluroso registrado solo tras 2023.

Tal como se pronosticaba, el evento de La Niña ha sido débil y podría ser breve. De acuerdo al pronóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, sigla en inglés), se espera que La Niña termine en cuestión de semanas, sostiene Cordero. En cambio, anticipa el climatólogo, actualmente está en desarrollo otro fenómeno: El Niño Costero.

Cordero explica que durante febrero se registró una explosiva alza en la temperatura superficial del Pacífico oriental, directamente frente a las costas de Perú y Ecuador. “Esta zona del Pacífico se conoce técnicamente como la región 1 + 2. En esta región, la temperatura subió en cuestión de tres semanas 1,5°C, y actualmente se encuentra por encima del umbral qué define un evento de El Niño costero”.

Según Cordero, el efecto más relevante de El Niño Costero en Chile, son las altas temperaturas, lo que explicaría las olas de calor de las últimas semanas. “Las altas temperaturas frente a las costas de Perú y Ecuador explican por qué se han registrado durante las últimas semanas intensas precipitaciones, especialmente en Ecuador, y altas temperaturas en la zona central de Chile”, señala el climatólogo.

“Hay una fuerte correlación entre las temperaturas del verano en Chile y El Niño Costero, así que si estas condiciones en el Pacífico tropical persisten, probablemente tengamos un inicio de otoño caluroso”, agrega.

En resumen, explica Cordero, “tenemos en paralelo un enfriamiento en el Pacífico tropical central (debido a La Niña) y un calentamiento en el Pacífico tropical oriental (condiciones que definen un evento de El Niño Costero). Este último ayuda a entender las altas temperaturas registradas durante las últimas semanas en la zona central”.

Al análisis de Cordero, se suma el último Informe Hidroclimático de la U. San Sebastián, el cual analizó las temperaturas y precipitaciones en detalle por cada una de las zonas del país durante febrero. Situación que a la fecha se ha cumplido.

Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático USS, y a cargo del estudio, señala que en general, “febrero de 2025 se esperaba con temperaturas en Chile por encima del período histórico, aunque sin extremos de calor prolongado, con variaciones según la región”.

¿Qué rol juega el fenómeno de La Niña en esta situación? La influencia de La Niña seguirá presente, aunque en una fase de debilitamiento progresivo. “Esto favorecerá el predominio de un anticiclón fortalecido en la zona central y sur del país, patrón que traerá días mayormente cálidos y secos, con noches más frescas en algunas zonas”, agrega Santibáñez.

El calor registrado durante el verano, se puede atribuir a una configuración sinóptica particular, que favorece los vientos intensos desde la cordillera. Estos vientos al descender la ladera de las montañas se comprimen, se calientan, y se secan. Sin embargo, el aumento de la frecuencia con la que se presentan estos eventos es atribuible al calentamiento global, explica el climatólogo.