Fue en un lejano 2012 cuando Google sorprendió con las por entonces futuristas Google Glass, anteojos con realidad aumentada que gracias a un sistema montado en los marcos del lente, entregaba información en primera persona al usuario. Al poco tiempo y a pesar de las buenas críticas, el prototipo comenzó a mostrar limitaciones, las aplicaciones no fueron lo esperado y su precio de mil dólares aproximados, no ayudó demasiado a aumentar su popularidad.

Sin embargo, la idea ya estaba ahí y en 2015, Samsung hizo lo propio con Gear VR, que a diferencia de Google empleaba la potencia de Galaxy S6 para reproducir contenido de realidad virtual; y Microsoft HoloLens, que en 2016 lanzó un aparato que se enfocó en empresas y desarrolladores, dejando de lado a los usuarios. Su avanzada tecnología permitía interactuar en el mundo real con nuestras manos, con imágenes proyectadas en el lente, pero su costo de entre 3 mil y 5 mil dólares también fue prohibitivo para los usuarios.

Finalmente, el último exponente fue PlayStation VR, que a fines de 2016 salió al mercado con la promesa de llevar la realidad virtual al mundo de los videojuegos. Con un costo de 400 dólares aproximados, cuenta con una amplia variedad de títulos y hasta ahora ha vendido 3 millones de unidades. De su futuro con PlayStation 5, poco se sabe.

El recién llegado

Pero desde la lejanía, Apple ha revelado en variadas oportunidades su interés en la realidad aumentada.

En 2017 la empresa anunció ARKit, una suite para desarrolladores de iOS 11 enfocada en realidad aumentada para iPhone y sobre todo, iPad, con lo que un gran número de aplicaciones podían aprovechar la potencia de estos dispositivos para programas de entretención y educación. Cuenta con su propio apartado en la tienda de Apple, y en cada presentación se le entregan algunos minutos en el escenario para mostrar sus avances.

https://www.youtube.com/watch?v=jFsiX2luvf4

Y hasta ahora, salvo el entusiasmo del CEO Tim Cook sobre el tema, poco y nada se conocía sobre el desarrollo de Apple para algún aparato externo de realidad aumentada. Sin embargo, de acuerdo a The Information, la empresa se encuentra preparando un casco con esta tecnología para 2022, y una nueva versión de anteojos para el año siguiente.

Según la publicación, este primer dispositivo ofrecería la posibilidad de ofrecer contenido tanto en realidad aumentada como virtual utilizando una serie de cámaras para "mapear" el entorno del usuario (así se elimina la necesidad de cámaras independientes externas y se evita topar con muebles y personas), y una pantalla de alta resolución para visualizar los objetos en el entorno real, de forma muy similar a HoloLens.

Posteriormente, en 2023 se lanzarían los anteojos de realidad aumentada, que utilizarían un principio muy similar a Google Glass: el sistema estaría montado en el área superior del marco donde se integran los componentes electrónicos y la batería. Una de sus características sería un modo de "oscurecimiento" -como lentes de sol- que le revelaría a los demás que el usuario se encuentra utilizando el aparato.

¿Y por qué en 2022? Esto tendría dos razones: una, la posibilidad de avanzar en cuanto a tecnología y disminución del tamaño de los componentes, mejoras en las aplicaciones existentes de realidad aumentada, y la entrega de los kits de desarrollo en 2021, para que los programadores puedan realizar sus pruebas con el sistema. Por ahora, se desconocen los precios de ambos dispositivos.