Gracias a la acción llevada adelante por distintos municipios, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y el Ministerio de Medio Ambiente es que hoy el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad dio el vamos para la creación de cuatro nuevos santuarios de la naturaleza, todos ellos en la Isla Grande de Chiloé. Con esto, más de tres mil hectáreas de humedales -que aportarán a la protección del patrimonio natural y cultural del archipiélago que tiene solo un 5,7% de su superficie protegida- pasarán a ser parte del plan nacional que los resguarda.
Se trata del humedal costero y Laguna Quilo; el Humedal Bahía de Curaco de Vélez; el humedal Bahía de Quinchao; y los lagos Huillinco y Cucao.
La noticia fue celebrada por la ministra Carolina Schmidt quien manifestó que “la creación de santuarios de la naturaleza en esta zona forma parte del Plan Nacional de Protección de Humedales 2018 -2022, a través del cual se desarrolló esta iniciativa específica en la provincia con el objeto de proteger distintos humedales de Chiloé. Esto para la conservación de la biodiversidad y los beneficios que estos humedales entregan a la comunidad, como el desarrollo de la pesca artesanal y alguera, actividades que se verán beneficiadas con la creación de estos santuarios, un logro que fue posible con el apoyo de distintos actores tanto públicos como privados”.
El especialista en conservación de la RHRAP, Diego Luna, señaló, en tanto, que “los santuarios declarados en los humedales de Curaco de Vélez y villa Quinchao permitirán proteger de manera efectiva dos sitios críticos para el Zarapito de pico recto (Limosa haemastica) en la ruta migratoria del Pacifico de las Américas”.
Los nuevos santuarios
El santuario de la naturaleza Humedal Costero y Laguna Quilo, fue promovido por distintas organizaciones locales y sociales, y el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural. Cuenta con una superficie aproximada de 282 hectáreas. Esa área es parte de la red hídrica de la cuenca de Quilo y considera cursos y cuerpos de agua fundamentales para la mantención del ciclo hidrológico de la cuenca, incluyendo humedales continentales y costeros.
Es una zona de transición para la sobrevivencia de una gran diversidad de especies donde dominan principalmente las aves acuáticas y otras asociadas a estos sistemas de humedales costeros y palustres. Fue declarado como Área para la Conservación de las Aves, y el Programa de Conservación de Aves Migratorias de Chiloé (2010-2018) lo sitúa como uno de los 10 humedales costeros más importantes para las aves migratorias de Chile.
Respecto a los valores para el bienestar humano, éstos se encuentran asociados a la riqueza de especies de interés para las comunidades locales, como las especies bentónicas y peces, que se extraen principalmente para autoconsumo de familias aledañas al humedal y para la comercialización a pequeña escala, la pesca artesanal, y el cultivo y recolección de algas.
La protección del Humedal Bahía Curaco de Vélez fue promovida por la Fundación Conservación Marina y distintas organizaciones locales y sociales. El área pose una superficie de 59,7 hectáreas donde aves residentes y migratorias encuentran refugio y alimento en el intermareal y marisma presentes. Destaca la presencia de un conchal arqueológico, que indica la presencia histórica de actividades humanas, y por ser reconocida internacionalmente como “Área Importante para la Conservación de Aves (IBAs)” y “Sitio de Importancia Hemisférica” de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP).
Dentro del grupo de aves residentes destaca el cisne de cuello negro, especie carismática para la comunidad de Curaco de Vélez, endémica de América del Sur y con problemas de conservación. Mientras que en el grupo de aves migratorias destaca el zarapito de pico recto.
El Humedal Bahía de Quinchao -que cuenta con una superficie aproximada de 102 hectáreas y que fue propuesto como santuario de la naturaleza por el Municipio de Quinchao- se caracteriza por contar con una importante productividad biológica de su intermareal y marisma. Además, es un sitio importante para el desarrollo de actividades humanas como la recolección de algas y mariscos para consumo familiar.
El santuario de la naturaleza de los Lagos Huillinco y Cucao -promovido por la Municpalidad de Chonchi- alberga los lagos más grandes del Archipiélago de Chiloé, el lago Huillinco y el lago Cucao, los cuales destacan por su fuerte influencia marina, proveniente del océano Pacífico, generando aguas salobres, que brindan condiciones particulares de hábitat a un gran número de especies, esto en una superficie aproximada de 3.030 hectáreas.
Presenta distintas especies de flora de alto valor natural, como alerce, mañío de hojas punzantes, coihue de Chiloé, tepú, avellano y coigüe. Entre las especies emblemáticas de mamíferos presentes se encuentran huillín, coipo, pudú, monito del monte, quique, zorro de Chiloé y güiña. Respecto a los servicios ecosistémicos que brindan estos lagos, se encuentran los servicios de abastecimiento, al ser parte de las fuentes de agua y de alimentación de los habitantes aledaños a los cuerpos de agua, y de recreación, especialmente en lo relacionado al turismo de naturaleza y sus diferentes ramas, como el turismo científico, ecoturismo y turismo cultural.